Si estás pensando en hacer un regalo especial o comprar un detalle original para la decoración de tus espacios, Caprichitos, la primera tienda de regalos de Matanzas, es el sitio ideal. Lo confirman sus miles de seguidores en redes sociales y lo ratifica cada usuario que sale del pequeño local de la calle de Milanés hipnotizado por las creaciones artesanales que incluyen, entre otros, artículos de bisutería, velas aromáticas, decorativas y accesorios.
Ubicado a solo unos pasos del Parque de la Libertad, el local llama la atención por lo novedoso y particular de su disposición. Este pequeño emprendimiento, fundado en 2019, impresionó desde el inicio por la multiplicidad de servicios y ofertas, en una ciudad carente de espacios de este tipo.
EL PRINCIPIO
Fue precisamente esa necesidad uno de los factores que más influyó en su creación, al decir de sus fundadores María Antonia Salgado Muñiz y Luis Ángel Pérez Díaz: crear una tienda de regalos diferente, que trascendiera los típicos puestos de venta habituales y donde el producto manufacturado tuviera protagonismo.
“Teníamos como referencia otros locales de La Habana con este formato que conocíamos desde nuestra etapa universitaria. María Antonia ya poseía experiencia previa, pues durante mucho tiempo hizo algunas artesanías que vendía en estos lugares, y entonces se nos ocurrió que un proyecto con estas pretensiones podría funcionar muy bien en Matanzas”, explicó Luis Ángel, graduado de Historia en la Universidad de La Habana.
“Encontramos el local que nos pareció ideal para lo que queríamos y con un pequeño aparador que vino desde Santa Clara, desde la casa de la abuela de Luisi, empezamos a vender. Arrancamos por nuestro lado con muchas manualidades en madera, bisutería, etc. Pero también con regalos de otros emprendimientos, que creo es un elemento distintivo y aportador al espacio”, comenta María Antonia.
Caprichitos no solo cuenta con líneas de producción propias que renuevan de manera cíclica, sino que ha logrado configurarse como un espacio para la promoción y venta de otros creadores de la ciudad cómo Tiernurumis, Chulerías, Made by Lau, entre muchos otros.
“El nombre, surge de una rutina habitual entre algunos amigos de auto regalarnos cualquier antojo cuando terminábamos de jugar fútbol en la noche y de esa frase, del ‘vamos a darnos un caprichito’ nace el nombre de la tienda, porque nos pareció que venía muy bien con el propósito que teníamos”, asegura Luis Ángel.
La evolución del proyecto ha sido paulatina en el transcurso de estos cinco años y ha atravesado por complejas etapas, que si bien han limitado el acceso a materias primas imprescindibles para algunas producciones, no han detenido la creatividad de un equipo que junto a María y Luis sostienen este exitoso emprendimiento.
“Ha sido un proceso muy bonito, pero muy retador. Comenzamos poco a poco, inicialmente no teníamos mucho presupuesto para invertir en exhibidores bonitos, ni en una decoración más elaborada o un diseño de imagen, que es un tema al que en aquel momento no se le prestaba la debida atención. Arrancamos con la ayuda de muchos amigos que aportaron lo que tenían para ayudarnos en este empeño, y fuimos creciendo de un estante a dos, de un logo pintado a mano a una imagen profesional y de un sitio pequeño y modestamente decorado al diseño del local que tenemos hoy. Entonces sí, hemos visto una evolución de ese proyecto inicial que, por supuesto, pretendemos seguir ampliando”, explicó María.
“Cuando empezamos no podíamos imaginar todo lo que iba a traer consigo la pandemia. Esta nueva realidad ha supuesto cambios que no teníamos previstos y que han determinado en el objeto social del proyecto, que si bien mantiene su estética y sus conceptos de base esenciales, ha cambiado. Hemos incorporado alternativas ante proveedores que ya no nos satisfacían o que dejaron de trabajar. El acceso a los materiales que siempre ha sido tan complejo se tornó muy difícil, y por otra parte, decidimos incorporar a la tienda otros artículos importados”.
Caprichitos apuesta además por la fidelización de los clientes. Cuenta con varias opciones de descuento que así lo estimulan, como las tarjetas de fidelidad a los clientes más asiduos, promociones especiales relacionadas con fechas significativas como el Día del Estudiante, Día de la Medicina, Día de las Madres, entre otras.
“Es algo que debemos seguir trabajando porque se trata de estimular las ventas, pero tratando de crear una cultura de consumo diferente, más autóctona”, resaltó Luis Ángel.
DATE EL CAPRICHITO
Creatividad y constancia son las claves que definen a este emprendimiento en el que no pueden faltar, a juicio de María Antonia, productos clásicos como tríos de velas, bisutería artesanal, colgadores, producciones temáticas, entre otros artículos que integran la lista de los “caprichitos estrella” de la tienda.
A ello se suman opciones y servicios que han logrado incorporar en el transcurso del tiempo en aras de facilitar la compra en Cuba o el exterior. Con ese objetivo, además de un constante trabajo en redes sociales, el cuidado de la imagen de marca y el firme propósito de extender sus servicios a las sedes universitarias matanceras, destacan las promociones en sus canales y grupos de WhatsApp, donde mantiene una actualización constante de las novedades en stock.
En ese sentido destaca el trabajo de sus gestores de venta online a través de los cuales se pueden solicitar los productos con entrega a domicilio desde Cuba o el exterior.
“Pensando en lograr que los matanceros o las personas del exterior que nos siguen también puedan hacer llegar a sus familiares algunos de nuestros regalos, tenemos disponible la opción de compra online. Este fue un servicio que lanzamos el 14 de febrero pero que funciona desde hace algún tiempo.
“A través de nuestras gestoras de venta, el cliente solicita el producto y se le entrega. También puede recogerlo en la tienda. Creemos que es un paso importante porque hemos recibido muchas peticiones de seguidores nuestros con este fin.
“Una deuda que tenemos y que estamos trabajando para saldar es el catálogo, el cual se nos ha hecho complejo por la gran variedad de productos que ofertamos. Desde hace algún tiempo laboramos en ello. Pienso que muy pronto vamos a tenerlo listo.
“También nos proyectamos en función de estimular las compras en Caprichitos de dos enseñanzas que en lo personal han marcado mi formación, que son los estudiantes de la vocacional y de la enseñanza media en sentido general, así como el público universitario. Creo que son de los proyectos más importantes que tenemos por delante”, destacó Luis Ángel.
“La personalización de productos es otro sueño nuestro. Queremos empezar con la bisutería, recoger pedidos y trabajar en función de esa demanda. Yo sueño también con tener un taller donde la gente pueda ver cómo trabajamos y personalizar ahí mismo los productos. Parece mucho tiempo pero ha pasado muy rápido. Todavía nos queda demasiado por soñar con Caprichitos”, concluyó María Antonia.
(Este artículo está patrocinado por Caprichitos)
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