“En 2019 dejé de participar como artista en la Bienal de La Habana, y pensé que era hora de que la Bienal mirara a otras esquinas de nuestro pueblo. Así nació Ríos intermitentes como un llamado a sanar, a amarnos y entendernos de una manera radical, a encontrar una unión”, con estas palabras la artista María Magdalena Campos Pons dejó inaugurado, la noche de este viernes 5 de abril en el Teatro Sauto, el segmento matancero de la magna cita de las artes plásticas en Cuba.
Así mismo la destacada creadora, galardonada con la beca Mac Arthur 2023, expresó: “cuando concebí este proyecto, lo hice porque no quería escuchar más que llamaran a Matanzas la Cenicienta, este es un lugar de un extraordinario acervo cultural y gran potencialidad. La Bienal de La Habana fue el espacio que inauguró muchas oportunidades y una visión de la cultura local. Hoy el mundo está de nuevo en un momento de encrucijada e incertidumbre, hoy más que nunca el arte el arte necesita ser potenciado. Si nos multiplicamos en esfuerzos por él, obtenemos una Cuba rica y un punto de encuentro entre los cubanos”.
La velada de apertura, con la agrupación Zinat Al Sharjah, procedente de Emiratos Árabes Unidos, que se unió a las locales Muñequitos de Matanzas y AfroCuba, resultó una oportunidad realmente memorable para disfrutar de las confluencias musicales que desde África y el Medio Oriente manan hacia nuestra Isla, convirtiéndonos en ramas de un mismo tronco.
Campos Pons contó cómo, mientras participaba de la Bienal de Sharjah, fue soprendida por esta sonoridad de tambores ancestrales que la trasladó al otro lado del mundo, a su querida Matanzas. Ella junto a la curadora de Ríos Intermitentes III, Hoor Al Qasimi, se dieron a la tarea de traernos esta singular propuesta.
En conferencia de prensa ofrecida en el hotel Louvre, Al Qasimi, quien también es directora de la Bienal de esa ciudad del Golfo Pérsico, aseveró que, al recibir la invitación de parte de María Magdalena, no quiso elaborar una propuesta completa hasta haber visitado la urbe para conocerla y entenderla. “Más que diseñar una exposición central, me interesan los proyectos comunitarios que tengan un verdadero impacto sobre sus habitantes — expresó la especialista— por eso decidí invitar artistas que hayan estado aquí en ocasiones anteriores y que hablen el idioma, para que se encuentren en condiciones de decidir cómo quieren intervenir sobre la realidad”.
El torrente de los ríos artísticos correrá por La Marina, la Oficina del Conservador de la Ciudad, el Taller Mano a Mano, el Castillo de San Severino o el barrio de Versalles. Este sábado seis abrió la jornada con el performance Algo para decir, de Gabriela Golder, de Argentina y en la tarde estará la inauguración de la muestra Somos felices en Cuba, de Ernesto Millián; el performance Pasos de gigantes, de Regina José Galindo y Guillermo Santillana, de Guatemala y Sembrar, cocinar y rumbear juntos, del costarricense Carlos Fernández.
De los Emiratos Árabes Unidos llega el performance de Abdulrahim Salem y Zinat Al Sharjah, la mañana del domingo 7; luego el encuentro homenaje a Agustín Drake y Rolando Estévez; una sesión de pintura al aire libre con pintores matanceros, bajo la conducción de Ana María Velazco, de Colombia y una proyección de películas cortas, de Sarah Maldoror (Guadalupe) en el salón de la filial de la Acaa.
Tanto la fundadora como la curadora del evento desearon expresar su solidaridad con el pueblo palestino que se encuentra viviendo un momento particularmente duro de su historia, así como con las víctimas del conflicto bélico en Sudán.
Ríos Intermitentes, que comenzó a celebrarse en 2019 bajo el lema “Matanzas destino, no punto de paso”, en esta su tercera edición estará dividido en cuatro etapas, después de la que actualmente tiene lugar se llevará a cabo una segunda, en el mes de junio, titulada Revelaciones; en octubre se hará Labor y finalmente casi al concluir el año, Limpieza.