El hallazgo y posterior exploración del aljibe, cisterna donde se acumulaba el agua con drenajes que conectaban desde el techo a canales, constituyen buenas nuevas en la más reciente etapa de excavaciones como parte del Proyecto Arqueológico Batería de Peñas Altas- Escuadrón 41.
“En enero nos habíamos quedado muy cerca y ello nos permitió ubicar otra unidad de excavación en el área que pensábamos tenía más potencial para encontrarlo”, refiere Odlanyer Hernández de Lara, al frente de las excavaciones.
“En efecto, luego de quitar parte de un estrato de hormigón armado, excavamos el relleno y encontramos la otra sección de las facilidades temporales que habíamos visto, y debajo el piso de adoquines muy bien conservado. Sobre este detectamos el drenaje del baño, que era muy importante porque teníamos referencias de que se había conectado a una estructura subterránea que sospechábamos fuera el aljibe. Al introducir una cámara endoscópica por dentro de la tubería, dimos con el brocal del aljibe”, explicó detalladamente el doctorante en arqueología de la Universidad de Syracuse en Nueva York.
La última jornada transcurrió creando el acceso para entrar a la cavidad y una primera exploración en cuanto quedaron creadas las condiciones. “Incluían el anclaje de cuerdas y equipos de verticales para poder bajar, así como el uso de máscaras con filtros para evitar potenciales problemas respiratorios en un ambiente prácticamente sellado por más de 40 años.
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“Una vez abajo estuvimos documentando el espacio, identificando drenajes del siglo XIX, del momento de construcción del aljibe, así como otros que datan del siglo XX. Explorar el interior implicó una movilidad con precaución para ver dónde poner el siguiente paso sin destruir posibles evidencias.
“Ahí se detectaron al menos dos conjuntos de restos óseos de fauna que se identificaron posteriormente. Los huesos encontrados corresponden a un carnero y un pez espada. Otros elementos fueron observados, pero no colectados hasta documentar todo el espacio con el uso de fotogrametría 3D”, acotó el especialista.
Las excavaciones de la otrora Batería vinculan a miembros del Grupo Espeleológico Guamacaro, del Comité Espeleológico de Matanzas, la Fundación Antonio Núñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre, y estudiantes de la universidad, con el apoyo del Centro Provincial de Patrimonio Cultural, la Oficina del Conservador en la Ciudad de Matanzas y la Universidad de Syracuse.
“Todo el esfuerzo no ha sido en vano. Este resultado llega gracias al aporte de entrevistas con vecinos y sus memorias del paisaje cuando se contruyó el edificio 13 plantas y la investigación documental que nos ha permitido conocer la configuración arquitectónica del inmueble, junto a la superposición de la planimetría antigua sobre la fotogrametría del sitio”, postearon los especialistas en la página oficial de Facebook del Comité Espeleológico de Matanzas.