De seguro muchos han escuchado o leído la historia de la gatica embarazada que dio a luz a sus cachorros en el Titanic, y que al bajarse del transatlántico británico con su camada influyó en que se bajara uno de los pasajeros, antes de que la embarcación se impactara con un iceberg y se hundiera el 15 de abril de 1912, durante su viaje inaugural.
Pero solo a Evelio Bárbaro Fernández López se le ocurrió alterar y reinventar el curso de la historia, lo que le valió el primer premio Mínimo en el concurso que convoca el proyecto Paprika, la Dirección Municipal de Cultura en Holguín y la Casa de Cultura Manuel Dosiesteo Aguilera.
“El evento de cuentos cortos fue convocado para miembros de talleres literarios de todo el país —explica Evelio—. Intuición, la obra premiada, es un cuento corto sobre la historia de Jenny, que inspiró al fogonero Jim Mulholland a también abandonar el barco y salvar su vida. Con el premio estoy contento y agradecido, más para enriquecer el currículum que tan importante es para cualquier creador”.
El escritor asegura haber crecido entre libros. Refiere que su madre lo enseñó a leer cuando tenía cuatro años de edad y que toda su vida ha transcurrido entre lecturas. “La creación literaria tiene un significado especial para mí: es un aporte a todos aquellos universos que tanto placer y enseñanzas me han dado en la vida.
“Comencé escribiendo décimas, algunos buenos resultados me sirvieron de estímulo para aventurarme en otras modalidades de poesía (versos libres) y otros géneros (cuento).
“Mis cuentos son realistas, de temas históricos; tratan generalmente sobre personajes históricos o populares reales, que han dejado una utopía o un sueño sin cumplir. En mis historias sí cumplen sus propósitos, tal es el caso de Hemingway con los pelotaris vascos, que en mi cuento La pesca (Premio del mar, la guerra y la paz en Evento Nacional de Cuentos Hemingway) sí consigue hundir un submarino alemán; o Intrépido, donde el Chino Brufau sí logra volar su avión”.
Sin embargo, la literatura no es la única de sus pasiones, según confiesa. “Antes de escribir, a finales del 2020, me dedicaba a las Artes Visuales. Por mi formación autodidacta, me ha marcado más la pintura Naif, pero en los años 90 tuve una etapa posmoderna en que trabajaba la apropiación, parodia y pastiche. A lo largo de mi carrera, he incursionado en la Investigación e Historia de las Artes Plásticas, he participado en varios eventos teóricos y en una Cumbre Mundial de las Artes en Ecuador en 2020, de manera virtual por la situación pandémica. Fui exponente y curador en eventos y exposiciones nacionales e internacionales”.
Evelio Bárbaro se graduará en febrero del Curso de Técnicas Narrativas del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso y, aunque asegura no haber definido aún preferencias: “Creo despuntar más como narrador”.
Tampoco sabría elegir entre las artes plásticas y la literatura, dos de las pasiones que centran su vida. “No pienso que haya una diferencia en el gusto. Son facetas distintas de la creación y se complementan una con la otra. Aunque, últimamente, me he dedicado más a la literatura”.
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Gracias a Girón. Especialmente a Ana Cristina.