Hace pocos días conocimos con beneplácito que dos jóvenes matanceros, Náthaly Hernández Chávez e Iramis Rosique Cárdenas, figuraban entre los galardonados en los Premios Calendario, principal reconocimiento para autores de hasta 35 años de edad en Cuba y en el que participaron en esta oportunidad más de 100 noveles escritores de todo el país.
La noticia, anunciada en redes sociales y en el Portal del Arte Joven Cubano, despertó el interés de muchos usuarios, especialmente de los lectores en ciencia ficción y seguidores de la obra de Náthaly, una autora que acumula, con este galardón a su primera novela La biblioteca de Alexa, una amplia lista de premios entre los que figuran el David de Ciencia Ficción 2021, el Celestino de Cuentos 2023, el Eliécer Lazo en la categoría de Poesía, también el pasado año, entre otros.
Sobre el texto premiado y sus impresiones ante un nuevo triunfo en certámenes nacionales conversamos con ella desde Periódico Girón.
—Comienzas el año con esta excelente noticia tras un 2023 de varios reconocimientos. ¿Cómo te sientes al respecto, teniendo en cuenta que se trata de tu primera novela?
—Estoy muy feliz, agradecidísima con el jurado y también con todas las personas que me apoyaron en el proceso. La novela es un texto en el que he venido trabajando hace dos años y en el que algunos amigos, escritores del género, me han ayudado muchísimo.
“Me siento muy afortunada por este acompañamiento. Recibí de ellos consejos con respecto a la novela, la primera que escribo. Realmente fue un trabajo difícil abordarla, siendo hasta el momento solo una escritora de cuentos cortos. Pero feliz, muy feliz esperando el momento de la premiación y, por supuesto, de la publicación del libro por la Editora Abril. Ansiosa para poder compartir este texto, con todos los lectores”.
—Coméntanos sobre este nuevo texto, ¿qué pueden esperar los lectores con La biblioteca de Alexa?
—Se trata de una compilación de historias, de personajes que viven en un mundo distópico. Es una novela que gira en torno a los sueños, a la búsqueda de la libertad y la identidad, con personajes que se ven atrapados en una sociedad que los utiliza como meros productores.
“En este caso, productores de sueños. El texto está influenciado por muchas cuestiones que ocurren hoy en el mundo con respecto a las redes sociales, a la búsqueda de incorporar más la tecnología al propio ser humano y de hacer que, literalmente, toda su vida se acomode en torno a la producción de esa tecnología, de entretenimiento o de placer. Al mismo tiempo, es una distopía y plantea un cambio a la forma en que se entiende el control social y demás aspectos de la vida humana.
“En la novela se aborda además el uso de las inteligencias artificiales y su relevancia para la vida. También hace una referencia directa a hechos históricos como la quema de la Biblioteca de Alejandría y tiene una importante influencia de textos tanto de realismo como de ciencia ficción: Neuromante de William Gibson, o Alguien voló sobre el nido del cuco de Ken Kesey, pero especialmente de la narrativa norteamericana de ambos géneros, tomando en cuenta las novedades y las proyecciones de lo que puede ser la vida humana en cien años o más”.
—¿En qué proyectos trabajas actualmente?
—Continúo escribiendo. Tengo en proceso de escritura varios poemarios y libros de cuentos inéditos. Asimismo sigo formando parte del equipo de Ediciones Matanzas, donde en estos momentos trabajamos arduamente en varios proyectos de libros digitales.
“Es una labor con la que me comprometí, y con la cual estoy muy satisfecha. Se trata de una tarea que ha llegado como necesidad a todas las editoriales de Cuba ante la falta de materias primas para producir libros impresos.
«Lo cierto es que me llena de orgullo integrar este equipo y dedicarme a esta faena dentro de una editorial tan importante y rodeada de un colectivo tan competente como el de Ediciones Matanzas, del cual aprendo muchísimo”.
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