En materia de estrenos, 2023 me ha resultado peor que 2022. Me sentía mucho más satisfecho en diciembre pasado al hacer recuento de sublimes sensaciones, evocaciones de la grandeza primitiva, bondades de la narrativa moderna y, cómo negarlo, un puñado de obras maestras en varios géneros, países y estilos, cosa que me sigue sorprendiendo para los estándares de la época actual.
No obstante, la decepción siempre suele recompensarnos con placeres insospechados, a menudo provenientes del director en quien menos confiábamos (un Bradley Cooper inspirado al máximo y sideralmente superior a su, para mí, lamentable debut en 2018), primeros planos que alguien joven aguanta mejor que la estrella más famosa y curtida (la Cailee Spaeny de Priscilla ante el ridículo DiCaprio de Los asesinos de la luna), historias que o bien se esfuerzan por hallar la originalidad (Anatomía de una caída) o bien por rehacer viejos patrones con nuevo sabor (May December y su desnudez de Eva, su toque bergmaniano…).
Hay de todo, como en todas las cosechas: se puede admirar lo imponente y frondoso de un Oppenheimer y preferir la pequeñez prodigiosa de Llaman a la puerta, o acabar saciando la sequía de Barbie con la magia de Suzume. También es justo recalcar el fastidio de no poder abarcar ni conseguir a tiempo todo, como ese polémico Napoleón que dudo ver antes de 2024, la aparente despedida definitiva de Miyazaki, el Pobres criaturas de Lanthimos que ¿se me juntará con el Frankenstein de Guillermo del Toro?, o esa curiosidad deportiva llamada Gran Turismo que me ha sido recomendada por alguien que me conoce muy bien.
Y, como siempre, qué sería de todo un año sin la constante vista atrás, sin el eterno retorno al cine desmarcado de calendarios… que nos devuelve lo mejor de gente tan dispar como DeMille, Lubitsch, Ford, Sternberg, Preminger, Truffaut, Pollack, Argento, Eastwood (Clint y Alison), Rafelson, Garci, Almodóvar, Chan-wook, con un largo y ojalá infinito etcétera, y muchas de sus películas por primera vez.
Las que enlisto a continuación son hoy, la víspera de acabar 2023, a escaso tiempo de publicar lo que escribo con esa tensión que solo provoca la presión del ritmo editorial sumada a la lluvia, un número reducido de películas que he preferido desde el último enero, las que he encontrado mejores, o más bien una mezcla rara entre ambos criterios. Por orden alfabético, para no sugerir esos menosprecios inexistentes que acompañan todas las listas subjetivas sobre la faz de la tierra.
Quizá antes de la medianoche de salida al año próximo cambie de parecer o descubra un par de títulos que alteren mis notas y conmocionen mi vida, una vez más.
10 PELÍCULAS DE 2023
AIR (dir. Ben Affleck)
Cerrar los ojos (dir. Víctor Erice)
El jardinero (dir. Paul Schrader, estrenada a finales de 2022 en el Festival de Cine de Venecia pero con mayor difusión en 2023)
Esperando a Dalí (dir. David Pujol)
La paradoja de Antares (dir. Luis Tinoco)
Llaman a la puerta (dir. M. Night Shyamalan)
Maestro (dir. Bradley Cooper)
Mi crimen (dir. François Ozon)
Misión Imposible: Sentencia mortal – Parte I (dir. Christopher McQuarrie)
Suzume (dir. Makoto Shinkai)
10 PELÍCULAS ANTERIORES A 2023 (VISTAS POR PRIMERA VEZ)
Alas de águila (1957, dir. John Ford)
Amanecer (1927, dir. Friedrich Wilhelm Murnau)
Beau Geste (1939, dir. William A. Wellman)
Buffalo Bill (1943, dir. William A. Wellman)
Como un torrente (dir. 1958, Vincente Minnelli)
Escrito sobre el viento (1956, dir. Douglas Sirk)
Fedora (1978, dir. Billy Wilder)
La máscara de hierro (1929, dir. Allan Dwan)
Nickelodeon (1976, dir. Peter Bogdanovich)
Sesión continua (1984, dir. José Luis Garci)
MENCIONES ESPECIALES
Entre las que he visto pertenecientes a la cosecha de este año, valen la pena con mayor o menor razón hallazgos tan interesantes y dispares como El asesino, Oppenheimer, Priscilla, Creed III, Super Mario Bros: La película, Spider-Man: A través del Spider-verso, la última versión por partida doble de Los tres mosqueteros, Anatomía de una caída…
Y como de costumbre, entre películas anteriores a 2023, mejores o peores, ya fuese al instante o tras semanas y meses obsesionado con alguna en particular, me lo he pasado en grande: Ha nacido una estrella (la de Wellman), Bésame, tonto, Solos en la madrugada, Vida en sombras, Matador, Hardcore, Phenomena, Moonlight Mile, Breezy, Una mujer para dos, Los abrazos rotos, Malena, Frenético, Almas en la hoguera, Cómo robar un millón, El síndrome de Stendhal, Quiero comerme tu páncreas, Historia de un beso, Verano del 85, Yakuza, Oldboy, El manantial, Paradise Alley, Batman: La máscara del fantasma, Ammonite, Arenas sangrientas, Ricas y famosas, Imitación a la vida, El vuelo del Intruder, Los contrabandistas de Moonfleet, Ángel, La novia vestía de negro, El caso de la Viuda Negra, Su juego favorito…
Las películas no entienden de celebraciones de fin de año. Están ahí, vibrantes en el disco duro o en el limbo del proyector. Siguen esperando por nosotros.