Rescatar el organopónico “José Martí”, que alguna vez gozó de excelencia nacional, y apoyar a la soberanía alimentaria local, se encuentran entre las prioridades de la Dirección Municipal de Ordenamiento Territorial y Urbanismo del municipio Martí.
Cerca de 30 trabajadores del centro participan en la agricultura urbana, en un cambio de labor que busca potenciar la economía territorial y tiene múltiples beneficiados.
“A raíz de que el organopónico tenía solo dos trabajadores, que no podían cubrir todos los canteros, la empresa decidió vincularse y apoyar”, refiere Ramón Ramírez Guirola, director de la Dirección Municipal de Ordenamiento Territorial y Urbanismo de Martí. “Como el trabajo sigue en la entidad muy normal, contamos con dos equipos. Todos los miércoles viene uno diferente. Si se necesita sembrar algunos canteros extras ese día, otro grupo se incorpora y lo hace. El objetivo es mantener el organopónico lo más productivo posible”.
“Tenemos en cosecha lechuga, acelga, tomate, pepino, quimbombó y rábano, —comenta Luis Llanes de la Luz, responsable del lugar—. También intercalamos la habichuela y el ají que se recoge cada semana. El girasol es un frente antiplagas. Ahora buscamos semillas de frutabomba para hacer un cercado perimetral, eso ayudaría mucho a la población. Queremos expandir y diversificar los cultivos”.
Para la trabajadora Nancy Baragaño Pérez, lo que se hace es cooperar con el desarrollo de la economía del municipio. “Esta alimentación está llegando de manera constante a los círculos infantiles, escuelas, hogares de ancianos, policlínicos, y como un plato más en el almuerzo de los trabajadores”.
Además de los trabajadores de la Inotu de Martí, al organopónico se integran estudiantes del Instituto Politécnico Agropecuario Los Pinos Nuevos, que deben vencer varias habilidades como parte de sus prácticas laborales.
“Dentro de estas habilidades están la eliminación de malezas, que tanto daño hacen a todos los cultivos de importancia económica”, comenta Olga Elena Estupiñán Pérez, profesora de Sanidad Agropecuaria en la institución educativa.
“También deben conocer sobre las cosechas (los diferentes tipos, tiempo de maduración y cuándo recogerlas), tipos de riego, identificar plantas enfermas, agentes que afectan a ese cultivo, por lo que es muy importante la vinculación de los estudiantes al organopónico”, explica la profesora.
El programa de la agricultura urbana, suburbana y familiar surgió en Cuba en 1987, bajo la premisa de lograr una mayor soberanía y seguridad alimentaria y nutricional. Reforzar su desarrollo contribuye no solo a cumplir metas, sino a garantizar lo que es una prioridad de todos: la alimentación.
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Hace falta que Matanzas rescate todos sus organopónicos como los tuvo antes,incluso Vanguardias Nacionales y referentes para el País.
Esta actividad ha sido abandonada y desatendida desde hace mucho tiempo, desde que Adolfito murió y ya nadie viene a chequear ni a criticar y se desentendieron dándoselos a los trabajadores y estos solo están sembrando dos ó tres productos, si acaso, para engrosar sus bolsillos y nadie los atiende, ni la Dirección Nacional, ni la compañera que está al frene de la actividad Nacional ,ni el Ministerio de la Agricultura.
Se perdió el querer y ya los que están son los acomodados de la situación, que no aplican perseverancia, control, segumiento, ciencia y mucho menos innovación, ya llegó la desmovilización en esta actividad también ¿ qué dirá el General de Ejército ? ……..