Reyna Márquez Romero, Emilia Noblet Blanco y Leticia Díaz Aguilar sienten la alegría del deber cumplido, porque el trabajo de ellas, como parte del cuerpo de inspectores, resultó exitoso en el mes de octubre último. Periodo en el que sobresalieron al participar, junto a sus compañeros, en 280 acciones e imponer 200 multas que ascendieron a 271 850 pesos.
De acuerdo con la información brindada por Yanet Vázquez Fragoso, jefa de grupo de la Dirección de Inspectores de Matanzas, en esa etapa ejecutaron acciones relacionadas con diversos Decretos, e incluyeron a los trabajadores por cuenta propia, así como a los de venta ilegales, ornato público e higiene comunal.
No estuvieron exentos quienes comercializan productos de diversas índoles sin autorización alguna, y los que lo hacen y no actualizan las pizarras o no informan sobre los precios de los artículos que expenden. No faltan aquellos que violan conscientemente los proyectos iniciales en el que se comprometen a vender determinadas mercancías y, de forma ilegal, incluyen otras.
De igual forma, fueron multadas las personas que cometieron violaciones en los precios diferenciales, o no mostraron el documento rector que justifica cuánto expenden. Nueve ciudadanos cometieron la grave falta de agredir el ornato público al arrojar basura en lugares que no deben, o incidir en la creación de vertederos ilegales en zonas no autorizadas, como esquinas, parques, lugares de recreación, centros productivos y económicos, áreas verdes, etc.
Yanet se refirió, además, a los carretilleros ambulantes que hacen paradas largas en lugares inapropiados, interrumpen el tráficos o la circulación de personas, que en no pocas veces se ven obligadas a descender de las aceras, con peligro para sus vidas. También por los altos y abusivos precios que aplican a cuanto venden.
“En este último caso realizamos nuestras funciones con apoyo de los compañeros de la Policía Nacional Revolucionaria. En nuestra labor es mucho más eficaz, aunque muchos carretilleros reinciden en sus violaciones”, manifestó la funcionaria pública.
Sería bueno que los inspectores insistan, sobre todo en mercados agropecuarios y en las llamadas placitas, en verificar si el precio del producto se corresponde con el tiempo de este en la unidad expendedora, porque ocurre que muchos días después de la estancia del alimento en el centro, se le mantiene idéntico precio, con el artículo, en no pocas veces, deteriorado. Lo hemos visto en no pocos lugares.
Es significativa la labor que los inspectores realizan en cuadra, calles, barrios para proteger a la población de elementos sin escrúpulos que dañan la imagen de lo que debe ser un buen comerciante, y lucran a expensas de las necesidades del vecino.
Queda mucho por hacer, pero debe reconocerse su arduo desempeño, e incluso con la plantilla incompleta, por lo que deben multiplicarse para “pillar” al malechor.
Pero a pesar de todo, el relajo sigue. Ya es normal que cuando se acerca un inspector los precios en tablilla aparentan una cosa y cuando Ud. va a comprar después le dicen que ese precio es » para los inspectores » y entonces le cobran un precio mayor. Esto no se resuelve hasta que no se topen los precios de los productos aunque disminuyan las ofertas, pero entonces toda Cuba sabe que no se puede vender una libra de tomate de ensalada ( 4 tomaticos ) hoy 9 de Noviembre de 2023 a $ 500 pesos en Matanzas ciudad, como ya está sucediendo.
La población vulnerable del país ( que debemos ser aproximadamente el 65 % de la población total ) que somos todos los que percibimos menos de $ 3000 pesos mensuales por concepto de salarios, jubilaciones y pensiones se los agradecerá porque al menos podemos comprar algo para llevar al estómago.