El miembro del Buró Político y ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, destacó en Telesur los dos elementos que, en su opinión, resultaron claves durante la histórica votación ocurrida en Naciones Unidas el 2 de noviembre pasado, cuando 187 países votaron a favor de la resolución que condenó el bloqueo económico, financiero y comercial de Estados Unidos contra la Isla.
El Canciller señaló que se ha configurado una mayoría abrumadora en la Asamblea General de la ONU. «Las primeras votaciones eran de poco más de 50 países a favor de la resolución y muchas abstenciones, sin participación. Hoy la votación es prácticamente unánime contra el bloqueo y en respaldo al reclamo cubano. En segundo lugar, es muy significativo no solo el acto de votar, sino el discurso de las delegaciones y el balance de las intervenciones», puntualizó.
Fue significativa, también, la condena reiterada a la inclusión de Cuba en la lista, que es unilateral y espuria, llamada de Estados Patrocinadores del Terrorismo, dijo, lo cual acarrea implicaciones de muy diversa materia; pero tiene un impacto que es verdaderamente extremo en el sistema financiero internacional considerado por el ministro como «devastador».
Durante la entrevista con la televisora multinacional se recordó que el 80 % de la población actual cubana no conoce una Cuba sin bloqueo, un bloqueo que ha lacerado de manera impactante la calidad de vida de la población y que muchos catalogan de «genocidio».
Sobre esta calificación, Rodríguez Parrilla explica que «No es una frase que refleje un sentimiento, que lo merecería también. No es una expresión emocional, que perfectamente estaría justificada y compartida. No es una definición de alcance político. Es, en sentido estricto, una calificación de derecho internacional, sobre la base de la Convención contra el Delito de Genocidio de 1948, en su artículo 2 y en sus incisos, específicamente, B y C, referidos al acto punible, delictivo, ilegal, de provocar daños en grupos humanos y al acto similar de generar condiciones que pongan en peligro la existencia de grupos humanos. Y lo que he dicho, solamente en materia de alimentos, de medicamentos y del bloqueo en su conjunto, permite tipificar, en estricto derecho, el bloqueo, como un acto de genocidio».
Rodríguez Parrilla señaló, además, que el bloqueo es violatorio del derecho internacional, de la soberanía de todos los países; y es muy extraterritorial, en primer lugar, porque obliga a terceros estados a someterse a regulaciones del bloqueo; y en segundo lugar porque pretende extender la jurisdicción de las cortes estadounidenses, de los tribunales estadounidenses, contra terceros países y procesos que en nada tienen que ver con la jurisdicción específica en territorio estadounidense.
Además, penaliza cualquier relación comercial en la que intervenga algún intangible, algún componente, alguna materia prima cubana, o porque impide a cualquier país, no solo exportar, en ese caso a Estados Unidos, sino también porque impide a Cuba importar productos de terceros países que tengan más de un 10 % de componente estadounidense, añadió.
Con ejemplos, demostró el impacto de esta política estadounidense en la salud del pueblo cubano.
«Cuba está en capacidad de producir más del 60 % de sus medicamentos, pero para eso necesita equipamiento y necesita insumos o materias primas que no son cubanas, y eso cuesta dinero. Entonces, están estos impactos que son de distinta naturaleza, pero muy lesivos para la salud de las personas. Y hay tratamientos también, por ejemplo, para corregir defectos valvulares, cardíacos, en los recién nacidos, que nosotros podemos atender, pero que tenemos que hacerlo con una cirugía de tórax abierto, cuando con esos dispositivos se podría hacer por cateterismo, se podría aliviar dolor a las personas, se podrían aliviar efectos secundarios, o se podrían aplicar tratamientos de mayor eficacia».