Tres nuevas cavernas se incorporan al extenso catastro de llamativas espeluncas yumurinas. Una caprichosa trinidad con fechados que sobrepasan los 500 mil años de antigüedad y que, al decir de expertos, motivan, muy en serio el repensar del carso de la región que incluye las de Bellamar y Santa Catalina.
Ahora se presentan ante los matanceros: Abraham – la primera sometida a estudios cartográficos-, y las recientes Cristales y La Eloísa. Todas tan cercanas y caprichosas en su morfología, situadas en el tercer meandro del río Canímar, a escasos 5 kilómetros del puente Antonio Guiteras y para mayor tranquilidad de los espeleólogos, en el área protegida Valle Río Canímar, Monumento Nacional.
Abraham, fue descubierto por integrantes de los grupos espeleológicos Jorge Ramón Cuevas y Carlos de la Torres, de esta ciudad del occidente cubano. La cueva posee poco más de un kilómetro de extensión y está enclavada en un sitio de población indígena, aunque hasta la fecha no se reconocen evidencias de que las oquedades fuesen usadas por los aborígenes.
Lea también: En fotos: Un paseo por Las Cuevas de Bellamar
“Aún nos preguntamos cuál sería el criterio de selección de las cavernas por nuestros aborígenes -se pregunta el Doctor Ercilio Vento, Historiador de la Ciudad de Matanzas y también espeleólogo- porque tenemos cavidades con muy buenas condiciones y nunca fueron utilizadas; mientras que otras sí. Lo cierto es que las recién descubiertas están en un área donde en la desembocadura del río Canímar y más allá, hacia tierra adentro; se hallan evidencias de población aborigen”.
Para Esteban Grau-González Quevedo, espeleólogo y representante en Matanzas de la Fundación Antonio Núñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre, al frente del estudio catastral, se trata de una agradable sorpresa que afanosamente permanecía oculta, sobre una escarpada meseta y curiosamente, situadas una frente a otra, solo reparadas por el río.
Es lógico- razona el experto- se impone un estudio en profundidad para la demostración de que tanto Abraham, Cristal, Eloísa y Bellamar y Santa Catalina, comprendían un mismo sistema cavernario, con diferentes edades geológicas. De poderse sustentar esta teoría, estaríamos ante uno de los mayores sistemas cársicos costeros de la nación”. (Por José Miguel Solís)