Tal vez uno de los tantos encantos de Matanzas es que casi no importa dónde estés, si levantas la mirada y encuentras vistas hermosas. Puede ser con esa belleza aleatoria de la naturaleza y sus cruces de mar y ríos, o la armónica de los hombres, con sus edificios neoclásicos con sus columnas y dinteles. Sin embargo, para aquellos que quieran someterse a dicho espectáculo y de una sola ojeada apoderarse del paisaje, tal vez no haya mejor lugar que Monserrate.
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Por eso muchos vamos allá como en peregrinación. Además, quizá su lejanía, en uno de los extremos de la urbe, y la colina a subir para llegar a él, se encuentren entre sus principales encantos. Allá arriba nos alejamos de las dinámicas de una ciudad bullera e hiperactiva y encontramos esa paz necesaria para perderse dentro de uno. Por ello, tal vez, amantes, fotógrafos, gente cansada de la rutina de más de lo mismo con lo mismo, suben hasta esta explanada en las alturas.
Al comprender estos atractivos, las autoridades de la provincia han invertido en el complejo recreativo ubicado en Monserrate, en búsqueda de ofertas gastronómicas y recreativas del agrado de los visitantes. Hace poco se reinauguró un Parque Infantil para el gozo de los más pequeños, con varios equipos de feria y juegos diversos. También se han creado varios ranchones que hacen función de snacks bars.
Con motivo del aniversario 330 de la ciudad se pretende continuar la inversión en esa área de esparcimiento. En estos momentos se trabaja en el histórico restaurante del lugar. Según explicó Michael Orozco Díaz, administrador del complejo Monserrate, se quiere que para el próximo 12 de octubre ya esté abierto al público, con ofertas módicas.
También se repara el cabaret emplazado a un costado del establecimiento gastronómico; sin embargo, la conclusión de esta obra sí tomará más tiempo. No obstante, cuando suceda, se ofrecerá una diversa programación cultural.
Por su parte, Lenier Acosta Roca, presidente de la cooperativa Roca, quien acomete las obras en ambas áreas, explica que han sufrido atrasos por la falta de materiales de construcción. En el restaurante, al necesitar menos, sí se ha podido avanzar de manera más rauda, pero con el cabaret se ha dificultado, sobre todo por la ausencia de recursos como el acero.
Monserrate, por su ubicación geográfica y sus leyendas de catalanes y vírgenes, con el valle de un lado y San Carlos y San Severino por el otro, resulta uno de los sitios más hermosos de una ciudad a la que los sitios hermosos le sobran.
