Pasarán los años y el pueblo de Matanzas mirará sensible la zona que vio arder, junto a la hermosa bahía, en la Base de Supertanqueros. Cada agosto la historia tendrá valientes que honrar y una jornada intensa en la que ofrendará flores, campanadas y palabras de respeto para los 17 caídos en el cumplimiento del deber.
El primer aniversario del sepelio se cumplió este día 19 y vuelve a la mente el tributo que el 5 de agosto último cobijó la Plaza de la Vigía, se congregaron familiares, autoridades y protagonistas contra las llamas, luego el camposanto vio entrar a la madre, al amigo, al vecino triste, entró la gente en una fila extensa, rosa en mano y recuerdo fuerte.
Allá, en el Cuartel de Bomberos Enrique Estrada también aguardó la Sala cinco de agosto por todo aquel que quisiera aportar o recibir un poco de memoria, según Biolexi Ballester Quintana, directora de la institución: “Mucha gente ha donado poemas, objetos, fotografías y hoy gracias a ellos conservamos una historia que Matanzas no puede permitirse olvidar”.
“Aquellos 17 no se han ido, seguro hoy a las cinco les tocan las campanas”, dijo una señora mientras miraba el cielo que comenzaba a nublarse como un año atrás, cuando estalló el primer depósito, y así fue, las campanas para héroes del artista Salomón sonaron a las cinco, junto al canto de la lluvia en el quinto día de similar mes del calendario anterior.
Muchos rememoran como si fuera ayer la desesperación por escuchar que el fuego ya había acabado, el pueblo en general no olvidará el cielo azul tachado por el humo que esparció tristeza por cada rincón de la urbe, pero tampoco la voluntad inquebrantable hasta mitigar el peligro.
Para los hombres del fuego, agosto de 2022 quedará como el mes en que salieron juntos y regresaron sin varios de sus hermanos, montaron al carro sin saber que desde entonces la sirena estremecería más y tal vez algunos perderían totalmente el miedo porque “¿qué más puede pasar peor que eso?”.
El primer aniversario del sepelio llega y en la ciudad sensible surge la pregunta ¿saldrá otra vez un arcoiris?, ese que no pocos consideraron un abrazo entre la tierra y el cielo; tal vez no llueva este 19, pero sí estarán los recuerdos de un pueblo que todavía agradece.
(Por: Laureen Batista Roselló (Estudiante de Periodismo)