La Luna es misterio y encanto para el hombre. Durante siglos se tejen leyendas alrededor de su cara oculta, de su poder para mover las mareas, de amores gatunos que maullan mientras la luz desciende sobre ellos en medio de la noche.
La Luna, el satélite natural de la Tierra, la niña desvelada que desde el cielo custodia los sueños del planeta, no deja de sorprendernos en cada fase donde parece desnudarse poco a poco en medio del espacio infinito.
Para los que aman su magia, este primero de agosto fue una oportunidad especial, donde la «Superluna» se reveló en todo su esplendor en diferentes regiones del orbe. Desde Matanzas también se pudo apreciar su belleza captada por el lente de Raúl Navarro.
Según refiere el sitio web de Cubadebate, las superlunas se producen cuando la órbita del satélite terrestre está en su perigeo, lo más cercana posible a nuestro planeta, y al mismo tiempo se halla en plenilunio -Luna llena-.
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