A Reynold Pagés Iglesias lo distingue la perseverancia y su férrea voluntad de transitar las calles yumurinas: primero, y durante muchísimos años, en su triciclo de cadena y manivelas; ahora en uno impulsado por baterías, más moderno y cómodo para su impedimenta física.
Desde hace tiempo, Reynold toca en varias “puertas”. Algunas se han abierto, pero tal vez su dislalia haga incomprensible el necesario reclamo de restaurar la carcomida vivienda donde reside, en el corazón del barrio de La Marina; en tanto otros “portones”, a duras penas, reciben su presencia.
Reynold es una especie de personaje muy conocido en esta ciudad. Le rodean afectos, le gastan bromas que le hacen sonreír y olvidar, por tan solo unos segundos, los amargos tragos que le proporcionan el añejo problema.
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“Soy impedido físico. Mi madre falleció hace más de un mes y vivo solo en la casa, con miedo de que el día menos pensado quede sepultado debajo del techo, ante el inminente peligro de derrumbe”, afirma el vecino de Daoiz, No. 27421, entre Callejón de Madam y Magdalena.
Tampoco cabrían en este breve espacio todos los avatares contados por él, escritos con ayuda ajena. En este duro y largo período ha visto pasar “las verdes y las maduras”, desde promesas incumplidas u olvidadas, hasta quien se ha hecho “el de la vista gorda”, para ignorar su presencia. “En cierta ocasión tuve que ponerme un poco incómodo, porque me dijeron que el funcionario con quien deseaba dialogar no se encontraba. Y no era la primera vez que lo decían. Las personas que me atendieron no entendían, dadas mis dificultades al expresarme. No obstante, llamaron a otra trabajadora que me escuchó durante una hora”.
Con el lógico desespero de quien presiente un fatal desenlace, precisó: “El pasado 12 de abril la casa se llenó de agua y tierra. Parecía que llovía más adentro que afuera. La madera del techo estaba suelta. Espero ansioso la solución”.
Explica ahora José Anselmo Díaz Muñiz, intendente del Órgano del Poder Popular en el municipio de Matanzas, que el 1ro de junio último Aida Raquel Enríquez González, funcionaria de Construcción e Inversiones, y Marelys Martínez Martínez, especialista de la Dirección Municipal de Vivienda, visitaron el domicilio de Reynold.
Según describe Díaz Muñiz en su informe, ellas apreciaron la realidad del planteamiento del lector: el mal estado constructivo de la parte delantera de la vivienda.
Entre las acciones previstas a realizar se enumeran el retiro del falso techo para evitar su inminente caída, así como el revestimiento de paredes para eliminar la humedad, todo a cargo de una brigada de constructores. Si bien afirma el intendente que “el caso se encuentra en el plan estatal de este año”, no consigna cuándo iniciarán las labores, lo cual denota que a esta determinación le quedan cabos sueltos.
Mientras, en plena temporada ciclónica, Reynold sigue esperando que el asunto pendiente deje de serlo.