La peña literaria El Laurel celebró este 14 de junio el aniversario 17 de su creación con la interpretación del cantante y guitarrista Iván Parodi, solista perteneciente a la casa Empresa Antonio María Romeu.
Las linternas y los celulares salvaron del apagón el encuentro. El habitual incienso se encendió a las nueve. Entre poesía, música y nostalgias comenzó la cita que alimenta el alma de muchos mocheros.
Este espacio tiene lugar en la Casa de Cultura Federico Villoch, de Ceiba Mocha, desde el año 2006 todos los segundos miércoles de cada mes, con Marielena Núñez Mesa, especialista de literatura en el centro, como anfitriona.
“Mi reloj marcaba las nueve de la noche. Éramos 22 personas, de ellas ocho trabajadoras de la Casa de Cultura Federico Villoch. José Antonio Morales, Pepito, aficionado del repentismo en aquel entonces, fue, con 14 años, nuestro invitado. Encendí el incienso con las manos temblorosas, y comenzamos”. Así recuerda Marielena la noche del 1ero de junio de 2006, fecha en que se realizó el primer encuentro de El Laurel.
Generalmente las peñas literarias son un espacio de no muchas personas que se reúnen para compartir y debatir sobre libros, géneros, autores y un sinfín de temas relacionados con la literatura. El Laurel por su parte comenzó siendo eso, y se convirtió después en un proyecto social donde se han reunido hasta 120 personas para dar luz al quehacer cultural de Ceiba Mocha.
“Para nuestra Casa de Cultura es un orgullo contar con esta peña, donde confluyen individuos de todas las edades; desde niños y adolescentes hasta personas de la tercera edad. Y constituye sin lugar a dudas uno de los espacio principales de nuestra programación”, afirma Idalia Delgado López, directora de la institución.
En todos estos años han llegado a la peña artistas de renombre nacional como Beatriz Márquez, José Valladares, los Zafiros; y algunos de prestigio en nuestra provincia, como el Cuarteto Fantasía, Atenas Brass Ensamble, Dúo Armonía Dos, la Sonora Lira Matancera, Alfonsito Llorens y Oliverio Aballí; entre muchos otros.
El cerrador por excelencia de las noches peñeras es José Antonio Morales, Pepito, quien comenzó siendo un adolescente, y hoy es todo un profesional destacado dentro de lo mejor del repentismo en Cuba.
“Yo he ido creciendo como artista lo mismo que ha crecido la peña en sus 17 años. Marielena y la peña siempre creyeron en mí. Me apoyaron cuando muchos no veían mi talento y pensaban que jamás sería profesional”, comenta Pepito, y agrega: “Ahí me reinvento como artista, cosa que no he hecho en eventos élites del repentismo en Cuba. Porque estoy frente a un público exigente, al que “Mari” ha educado en la literatura; y en la poesía principalmente”.
El Laurel recibió en octubre de 2021, en el marco de la Jornada por la Cultura Matancera, el Premio “Vitrales de mi ciudad”, que otorga la Dirección Municipal de Cultura a agrupaciones o instituciones que promuevan o apoyen la cultura en Matanzas. Los resultados en diversos concursos a nivel provincial por algunos poetas, nacidos como artistas aficionados en la peña, también tienen peso en ese galardón.
En 17 años El Laurel ha descubierto talentosos escritores de verso y prosa dentro de la localidad, y ha visibilizado sus obras. Su mérito mayor radica en unir distintas generaciones en un viaje al conocimiento y al esparcimiento literario. Desde niños que cantan o declaman versos, adolescentes que escriben poemas o cuentos, repentistas, poetas aficionados, hasta adultos mayores que llevan escritos y anécdotas relacionados con el poblado, o con cualquier otro tema.
Todos son parte importante de esta familia literaria que cura las penas del alma en Ceiba Mocha.
Fragmento de una décima escrita por Pepito para homenajear a la peña en su décimo aniversario:
Gracias a los escritores
Que entre el romance y el cuento
Depositan en el viento
Una sonrisa de flores.
Con qué magia de colores
La mente desnuda sueña.
Gracias a ustedes enseña
Otra ropa el corazón
Ustedes, ustedes son
El alma para esta peña.
(Lisandra Verdecia Morales)