Enclavado en la barriada yumurina de Versalles y comenzado a edificar en 1828, el soberbio cuartel de Santa Cristina, atendiendo a su elegante arquitectura y capacidad para 1 500 efectivos de infantería, era uno de los mejores de la Isla.
Con el fin de la dominación hispana en la República, el cuartel, siendo sede de la Guardia Rural, fue nombrado Ignacio Agramonte. Es así cuando el 1 de junio de 1911, el diario local El Moderado reflejaba la solicitud efectuada al mismísimo Presidente de la República, por el agente de pasajeros estadounidense George B. Washington, para que le fuera entregado el inmueble militar. Pretendía acondicionarlo como hotel, que reuniera las condiciones adecuadas, con un costo accesible y más económico, que los restantes de la ciudad.
Lea también: Postales matanceras: El Incendio de La Marina
Por supuesto que Washington no tuvo su cuartel. En la década de 1940, el añejo enclave cambiaba su denominación por Domingo Goicuría. Al triunfo de la Revolución, se convertía en Centro Escolar.
(Adrián Álvarez y Clara Emma Chávez)