El compromiso con la memoria de un país

El traqueteo de los carros retumba por todo el taller. Las paredes vibran al compás de los carburadores. Contreras es una calle ajetreada, y más en la esquina con Santa Teresa. A pesar de todo, el interior del local se percibe tranquilo. En sus paredes: retratos, libros, estanterías, más retratos. A un costado, dos niñas se toman de la mano; se miran, sonríen. Al fondo, cientos de rostros te observan y te juzgan. “¿Qué hubieras hecho tú en mi lugar?”, casi puedes escucharles decir. Al centro, la mesa; sobre la mesa, una computadora; y frente a la computadora, un fotógrafo. Entre el ruido de la calle y la semipenumbra del taller, Julio César García trabaja sin descanso.

LOS INICIOS

“Siempre tuve vocación por las artes visuales. De niño me gustaba mucho pintar, y ese fue el camino que me llevó a la Escuela de Instructores de Arte, allá por el 2000, cuando la batalla de ideas. La fotografía llegó un poco después.

“Un amigo mío tenía una camarita, muy sencilla, de las primeras digitales que llegaron a Cuba. Él tenía posibilidades, porque su papá vivía afuera. Entonces, se la pido prestada, y empiezo a hacer mis primeros trabajos: unas composiciones bien sencillas con fichas de dominó. Pero había un detallito: yo hacía esas fotos con el objetivo de utilizarlas después como guía para dibujar.

“Estuve un tiempo haciendo eso, hasta que un profesor de la escuela vio mi trabajo, le gustó y me recomendó que me enfocara en la fotografía, porque según él se me daba bien. Ahí me armé de valor, y me dio por inventar un estudio en mi casa, con lamparitas de hospital y cartones pintados. Seguí por la línea de las composiciones con el dominó, y de ahí salió mi primera serie. Ese fue el comienzo. Han pasado unos cuantos años, y este taller en el que me encuentro ahora no tiene nada que ver con aquella locura, pero estoy muy orgulloso de mi trayectoria, desde entonces hasta hoy”.

TRABAJAR, TRABAJAR Y TRABAJAR

“Muchos fotógrafos se la pasan cazando concursos o posibilidades de exponer, y en base a eso desarrollan su obra. Yo no pincho así. Para mí, lo primero que tienes que hacer es crear, lograr un trabajo sólido, para poder después pensar en todo eso.

“Precisamente esa creación constante es la que te va a dar una acumulación de trabajos y madurez suficiente para beneficiarte con más o menos resultados en caso de que aparezca algún concurso o evento al que tu obra se pueda ajustar. Mi consejo para todo el que esté empezando es ese: trabajar, trabajar y trabajar. Ya los resultados y las exposiciones irán llegando, poco a poco”.

LO MENOS COMPLACIENTE POSIBLE

Del ensayo Lost Time.

“Uno necesita vivir de lo que hace. Eso es fundamental. Pero a veces corres el riesgo, con la búsqueda de un like o de un dinero o de determinada aceptación, de no ser consecuente con tu obra y con lo que tú puedes dar de ti mismo como creador. Cuando comienzas a recibir ingresos por tu trabajo, tiendes a alejarte de propuestas más profundas, incluso me atrevería a decir que más necesarias, con tal de que tu obra sea comercial.

“Yo recuerdo que Ricardo Viera, un artista y curador al que admiro mucho, ya fallecido, me dijo una vez: ‘si tu intención es vender, tienes que tener presente que tus fotos no son del tipo que la mayoría de personas va a comprar’. Creo que eso es algo con lo que uno tiene que cargar, ¿no? Yo, por ejemplo, lo asumo. Eso no quiere decir que mi obra no sea vendible, o que no tenga un mercado. Lo que quizás es menos complaciente. Sí, eso es lo que pasa. Y, ahora que lo pienso, de eso se trata: de ser lo menos complaciente posible”.

¿TEORÍA O PRÁCTICA?

Del fotorreportaje La sonrisa de María.

“Cada cual tiene su forma de trabajar. Hay fotógrafos que son muy documentalistas, y andan todo el tiempo con la cámara en la mano. A otros les pasa como a mí, que necesito investigar, nutrirme y planificar bien lo que voy a hacer. También depende del tipo de trabajo, si es algo más conceptual, o un fotorreporterismo; pero debe existir cierto equilibrio.

“El oficio diario de la fotografía es esencial. Eso educa tu comportamiento. Por ejemplo, si tú no asistes a menudo, con tu cámara, a espacios en los que nadie te conoce, nunca lograrás fotografiar lo que allí sucede sin ser una molestia dentro de ese entorno. Eso es muy difícil, pero con la práctica se logra.

“En el caso del ojo, igual. Mientras más imágenes hagas, y sobre todo mientras más imágenes observes, van a ir mejorando tus composiciones. En las conferencias del Witness Photoworkshop Cuba 2022, el profe Ricardo Azarcoya nos contaba que él se ganó hace algún tiempo una beca de fotografía, y que los tres primeros meses se los pasó redactando pies de foto y seleccionando las mejores imágenes de entre todas las que le mostraban, porque una de las cosas más importantes dentro del mundo de la fotografía es saber identificar la instantánea que mejor ilustra la historia que quieres contar”.

“La niña del tabaco”, del ensayo El Edén.

EL REINO DE ESTE MUNDO

“Yo no me considero un maestro del retrato. En mi carrera lo he abordado muy poco, con más o menos resultados. Pero con El reino de este mundo, una serie que comencé en el 2017 y que me tomó casi dos años terminar, me propuse aplicar la técnica de una forma diferente, con más seriedad y elaboración.

“En Matanzas es increíble la cantidad de ancianos que te puedes encontrar en cualquier esquina, vendiendo todo tipo de productos para poder sobrevivir. Jabas, cola loca, maní, lo que sea. Esa es una realidad que me propuse retratar.

“Poco a poco, me fui acercando a cada uno de ellos, con tal de conocerlos, entablar una amistad, y en última instancia convencerlos para que aceptaran la invitación de ser fotografiados en mi estudio. Eso fue muy difícil, porque para hacer el retrato yo tenía que sacarlos de contexto. Entre una foto y otra pasaron a veces hasta dos meses.

“Pero, después de todo ese tiempo, ya yo tenía más o menos una idea de lo que quería resaltar de cada persona, y la afinidad suficiente como para que accedieran a determinada pose o expresión. El reino de este mundo fue un punto de madurez en mi trabajo: un rompimiento con respecto a todo lo que venía haciendo hasta entonces”.

LOS ROSTROS DE UNA GENERACIÓN QUE SE VA

“La emigración siempre ha sido un tema que me ha quitado el sueño. Desde hacía ya un buen tiempo quería realizar algún proyecto relacionado con ella, hasta que me surgió la idea de hacer Generación, una pieza instalativa conformada por fotografías que me fueron enviando poco a poco cientos de jóvenes emigrantes, cada una con su respectivo pie de foto, en el que aparecen sus nombres, edades, profesiones de las que se graduaron y lugares de residencia actual.

Detalle de Generación.

“Fue una pieza que generó mucha polémica, y también cierta empatía entre todas las personas que encontraban en aquellas fotos a un amigo, un nieto, un sobrino, y comenzó a cumplir la función de memorial. Porque no es lo mismo manejar números y estadísticas, que es una cosa muy fría, que, en cambio, llegar a un espacio y ver cientos de rostros que ya no están.

“Son fotos traslúcidas, que simulan el autocromo, una técnica muy antigua basada en la impresión de un positivo sobre una placa de cristal. A los negativos les puedes sacar copias, pero a un positivo, no. Si lo pierdes, te quedas sin la foto para siempre. Y eso es lo que sucede con esos muchachos: la sociedad cubana puede formar a mil, dos mil más, pero ya a esos que se fueron los perdió”.

FOTONOVIEMBRE: DE MATANZAS PARA EL MUNDO

Foto de David López.

“Fotonoviembre fue un proyecto que Ramón Pacheco Salazar venía intentando desarrollar desde hacía ya unos cuantos años. Para organizar un evento así se necesita madurez, conocimiento, rigor en el trabajo.

“Finalmente logramos llevarlo a cabo en noviembre del 2022, y superó todas nuestras expectativas. Fue un acontecimiento de Matanzas para el mundo, que contó con la presencia de 11 fotógrafos extranjeros, conferencias magistrales impartidas por Raúl Cañibano y René Peña, exposiciones en las que se le dio una gran visibilidad a la obra de los artistas locales, entre muchos otros méritos. Fue una experiencia increíble: se compartió y se aprendió mucho.

“Bueno, para que te hagas una idea de la trascendencia que posee la primera edición de Fotonoviembre, te cuento que en la muestra Mundos Convergentes exhibimos algunas obras del fotógrafo español César Dezfuli, quien aborda a través del retrato documental el problema de la migración en el Mediterráneo. Ese muchacho se acaba de ganar hace algunos días el premio WordPress de fotoperiodismo, en la categoría de Proyecto en Desarrollo, y eso te da una noción de la calidad de las imágenes que se expusieron en el evento. Pues nada, muy feliz de que se nos diera aquella fantasía”.

UNA FOTOTECA PARA MATANZAS

“El Estudio 101, al igual que Fotonoviembre, era un sueño viejísimo de Pacheco, quien siempre ha abogado por que nuestra ciudad tenga una fototeca propia, donde se pueda conservar la obra física de los fotógrafos locales. El proyecto ahora se encuentra en la parte burocrática del asunto, pero ya está empezando a coger forma.

Lea también: Fototeca de Matanzas, un sueño posible

“El espacio abrirá sus puertas en la Calle Medio, que es precisamente la zona en la que más estudios fotográficos había en la Matanzas del siglo XIX, y no será solo una fototeca, sino también un centro para el desarrollo de la fotografía y el audiovisual. Allí se impartirán talleres, se realizarán exposiciones, se ofrecerán servicios de impresión y montaje, en fin: un sitio pensado para todos, que más temprano que tarde verá la luz”.

EL GREMIO

“Creo que, en Matanzas, desde hace un tiempo, la fotografía es una de las artes que más se ven; sobre todo, que más espíritu de gremio posee. En mi opinión, para que exista un movimiento se necesita compartir, dialogar entre las personas que están trabajando. Conocer y, de cierto modo, hacer tuyas las propuestas de los demás. Eso existe en Matanzas, y eventos como Fotonoviembre lo demuestran. Queda mucho por hacer, pero se trabaja. Existe un compromiso, que es lo más importante”.

ESTÁS O NO ESTÁS

“Lo primero que me viene a la mente es el tremendo palo de agua que cayó aquella tarde. Y los truenos. Recuerdo que por la mañana había salido con mi novia y mis hijos a pasear por el Valle de Yumurí, y nunca imaginé lo que sucedería después. Por la noche había concierto de Frank Delgado en el Sauto, y cuando salgo de la casa y veo el nubarrón aquel cruzando el cielo… eso me impactó mucho.

“Los sucesos del Supertanquero me marcaron, como persona y como fotógrafo. Cuando me enteré de lo que estaba pasando, enseguida empecé a quemarle el teléfono a Ayose (director del periódico Girón), porque yo quería irme para allá. Pero él no me respondía. Entonces, el sábado por la mañana, decidí alquilar con mi propio dinero una moto en la que me fui por toda la ciudad a hacer fotografías de lo que estaba sucediendo.

“Al otro día, domingo, era el cumpleaños de mi mamá, y recuerdo estar almorzando con la familia, cuando de pronto me llama Ayose y me dice: ‘En 20 minutos te recojo’. En una situación así te toca elegir: estás o no estás. No me lo pensé dos veces: recogí mis cosas, me cambié de ropa y me fui. A esa hora me pasaron un millón de ideas por la cabeza, pero me ganó un sentimiento mayor: el compromiso con la memoria de un país.

“Y, bueno, allí estuvimos, yo y todos los que nos ofrecimos voluntariamente para documentar el suceso. Mi forma de ayudar era hacer fotografías, pero allí estaba la Cruz Roja, el Cuerpo de Bomberos, los periodistas. Todos aportaron de una forma u otra. Fue una experiencia impresionante”.

JULIO CÉSAR GARCÍA

“Compadre, soy un tipo campechano (risas), al que le queda un mundo todavía por recorrer. Hago lo mío con pasión, y creo que de eso se trata; irlo viviendo y disfrutando. Pero no creo que haya hecho todavía ni siquiera la mitad de lo que algún día será mi obra. Me quedan muchas cosas por contar. Y, nada: un tipo aplatanado aquí en la ciudad, identificado con la matanceridad y con los jóvenes, con mi entorno, mi país. Eso es lo que soy”. ( Por: Humberto Fuentes, Fotos: Cortesía del entrevistado)

Recomendado para usted

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *