Interesadas en la paz partes en conflicto armado en Colombia

Interesadas en la paz partes en conflicto armado en Colombia

Sendos discursos de compromiso y responsabilidad con su pueblo, de esperanza y voluntad para poner fin a un conflicto armado de más de 60 años, y de agradecimiento a Cuba como garante y sede, ofrecieron hoy en esta capital los máximos representantes del gobierno y la guerrilla colombianos.

En la apertura del Tercer ciclo de los diálogos de paz, y en presencia de Bruno Rodríguez, ministro cubano de Relaciones Exteriores, de los representantes de las naciones garantes y de permanente acompañamiento, y otras personalidades, hablaron el Comandante Pablo Beltrán, por el Ejército de Liberación Nacional (ELN), y la senadora María José Pizarro, por el gobierno de Gustavo Petro.

Estamos comprometidos con las transformaciones para la paz en el país; soplan fuertes vientos de cambios, un mayor protagonismo de los movimientos políticos y sociales, los intelectuales, los gremios y demás sectores que le apuestan a un destino diferente a la guerra perpetua, expresó el jefe guerrillero.

Es la hora de la participación de la sociedad, de los sectores marginados y explotados, sobre todo de los que jamás han tenido ni voz ni posibilidades de decisión sobre los destinos del país, dijo, y aseguró tener la plena disposición de lograr lo que se propusieron en el ciclo de México: llegar al cese el fuego.

Beltrán condenó a quienes acuden a la guerra mediática, al reclutamiento de mercenarios, al asesinato de líderes sociales, al bloqueo a los cambios en el Congreso de la república y al desarrollo de técnicas de golpe blando.

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Por ello es imprescindible que a la altura de estos desafíos estemos la sociedad, el gobierno, el ELN y la comunidad internacional que acompaña este proceso, para no permitir que esos enemigos de los cambios y de la paz logren su cometido de mantener la guerra perpetua.

Respetemos y mantengamos la voluntad política de cumplir los acuerdos y compromisos; esto contribuye a la confianza, la credibilidad mutua y a la legitimidad de esta mesa de conversación, manifestó el comandante guerrillero.

Entre todos y todas podemos construir un gran acuerdo nacional que garantice la paz definitiva, realice las transformaciones socioeconómicas necesarias y construya una democracia participativa; solo así podremos salir de esta espiral de violencia a la que nos quieren condenar esos enemigos de los cambios y de los diálogos de paz, señaló.

La senadora María José Pizarro Rodríguez destacó que el papel de Cuba en los diálogos y acuerdos de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia es un ejemplo de compromiso, seriedad, generosidad con el pueblo colombiano; y también en esos tiempos, recordó, apoyó conversaciones con el Ejército de Liberación Nacional.

Por honrar su papel como anfitriona fue incluida en la lista de países patrocinadores del terrorismo, denunció la oradora.

Hoy la mayor de las Antillas nos recibe nuevamente en un ejercicio de solidaridad conmovedora precisamente por las grandes restricciones por las que atraviesan sus gentes, y la delegación del gobierno de Gustavo Petro llega a la isla con la voluntad de retribuirle y honrarla.

Nuestro mayor homenaje es lograr que este proceso de paz sea absolutamente irreversible y que fruto de ello Cuba sea retirada cuanto antes de esta nefasta lista de países patrocinadores del terrorismo, y pueda con esa decisión, junto al fin del bloqueo económico, recobrar el puesto digno que se merece como las demás naciones del mundo, aseguró Pizarro.

También somos conscientes de los esfuerzos y el rol que están jugando el conjunto de países garantes y acompañantes y organismos e instituciones; agradecemos su apoyo incondicional para lograr no solo la paz con el ELN sino la paz completa para nuestra nación.

Manifestó que comenzaban el tercer ciclo con el mayor avance en estos 10 años de conversaciones con la guerrilla, y se refirió a su vez a los grandes problemas que aquejan a la sociedad colombiana y plantean una nueva agenda de diálogos.

Nos mueve la plena conciencia que cada día de guerra tiene un costo enorme en vidas que significa a la gente pérdidas, dolor, la incapacidad de construir un proyecto de vida viable para familias y generaciones enteras; estamos sentados dialogando para buscar soluciones reales en un país agobiado por más de seis décadas de guerra, expresó la senadora.

Reconocemos que hay una historia de incumplimientos y traiciones a la paz, pero en las actuales circunstancias eso no es excusa para que los esfuerzos se vean empantanados, dijo, y precisó que han sido 10 años de un proceso de diálogos con el ELN, que aunque han tenido momentos de ruptura, han dejado acumulados importantes acuerdos.

La paz nos exige valentía, atrevernos a dejar atrás los dogmas y la desconfianza; nos obliga a escuchar con mucha atención y sin filtros a la sociedad colombiana; escuchar a sus mujeres jóvenes y niños, escuchar todos los territorios, colores y culturas; la paz implica salir de las trincheras y de las posiciones inamovibles, implica caminar por todos los rincones del país para escuchar verdades más allá de las propias, destacó la oradora.

Añadió que la paz que quiere Colombia implica salir del fuego cruzado, reconstruir la cultura y retornar a los territorios que por décadas han tenido que abandonar millones de personas para engrosar los cordones de miseria, y ver a sus hijos y nietos envueltos en distintas violencias que se anidan y superponen.

Por décadas las mujeres hemos tenido que lidiar con las consecuencias de una guerra impuesta desde una lógica completamente deshumanizante que ha violentado los cuerpos, asesinado a nuestros padres y madres, hermanos, hijos e hijas, lamentó Pizarro.

Nuestro pueblo, a mil 900 kilómetros de esta mesa, no solo espera soluciones inmediatas al drama que padece, sino que vayamos mucho más allá de lo que jamás hemos avanzado y demos muestras de que esta paz es posible, que no estamos aquí sentados para volver a la guerra como ha sucedido varias veces en el pasado, destacó la representante del gobierno.

Que el país y el mundo sean testigos de lo que vamos a conseguir: una salida digna que haga posible el reencuentro de los colombianos; solo así iremos con la tranquilidad de haberle heredado a las nuevas generaciones una Colombia viable, que fuimos capaces de construir la mayor de las victorias, una Colombia en paz, concluyó.

El Tercer ciclo de Diálogos de Paz comenzó hoy en La Habana, y en la apertura el canciller Bruno Rodríguez afirmó que Cuba continuará invariable en su posición de actuar de forma discreta, imparcial y responsable en el interés de hallar una solución política al conflicto armado en ese país.

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Sobre el autor: Agencia Cubana de Noticias

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