Si lo pensáramos así rápido quizás el teatro musical sería de las expresiones artísticas que más recogen rasgos de la cubanía: la música en una Isla donde todo suena desde el viento entre las ramas de los flamboyanes y la teatralidad, esa capacidad de llevar cada gesto cada palabra a su máxima intensidad. En este país no existen medias tintas.
Quizás, por esta causa, se disfrutó tanto el espectáculo Tan Musical de la Orquesta Failde y la Compañia Verdarte. Este se presentó el pasado jueves 30 de marzo en el Teatro Sauto en el marco del Encuentro Danzonero Miguel Failde in memoriam.
La revista musical, como ellos la describieron, busca la revindicación del género dentro de los paradigmas culturales cubanos actuales.
Para ello emplearon códigos clásicos, esa mezcla de baile, música y tropicalismo que de una manera u otra nos recuerdan a escenas de La Bella de la Alhambra. No obstante, intentan romper esquemas archiconocidos al actualizarlo a través de sonoridades y una dramaturgia más contemporánea y al abordar.
No obstante, no podían faltar personajes clásicos del teatro vernáculo cubano como la mulata, el galleriviri, el negrito y el chino. Esta fórmula básica no pierde vigencia a pesar de los años, porque funciona como el pretexto ideal para dejar al descubierto el corazón de esta tierra que la construyeron hombres de otras tierras y que demostraron que el todo es mayor que la suma de las partes.
Así sucede también con Tan musical donde diferentes componentes, desde el vestuario colorido y revelador, las coreografías donde se mezclaba la acrobacia y la sensualidad, o la sensualidad de la acrobacia, y la música en vivo ofrecida por la Orquesta Failde le regalaron al público matancero un show altamente disfrutable y llamativo.
La Failde, además de dedicarse a lo que hacen las orquestas, conectar con las audiencias e invitar a desprenderse las telarañas del cuerpo, han desarrollado una valiosa labor de preservación y promoción de las tradiciones artísticas de la mayor de las antillas. De esta manera ha ocurrido con el danzón, el Failde in memoriam en sí constituye una muestra de ello, y ahora interceden a favor del teatro musical.