“Matanzas es una mina de talentos, de mucha coherencia ética y estética. Siempre lo he sabido, pero cada vez que vengo lo confirmo aún más”.
Fueron las palabras de la cantautora Rita del Prado al concluir el concierto del proyecto El mar y nosotros, en la sede del grupo yumurino El Mirón Cubano, la mañana del 12 de febrero.
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Esta iniciativa, que lidera la propia Rita, junto a Enid Rosales, el dúo Nueve y el trovador Rey Montalvo, pretende acompañar, desde el arte, a las familias que conviven con el trastorno del espectro autista (Tea).
Surgido en 2021, en el contexto de la pandemia, El mar y nosotros comenzó desde el entorno digital. La del domingo, en el patio de la Sala Milanés, fue su primera presentación en vivo fuera de La Habana.
Según cuenta la autora de Canción del casi lo digo, el antecedente de este proyecto se encuentra en un trabajo que ella realiza en Colombia desde el 2005. Allí cada año se monta una obra teatral original y el elenco que participa está compuesto por actores diagnosticados dentro del Tea.
“Quería hacer algo similar en Cuba, aun sabiendo que las condiciones son otras. Decidí convocar a mis colegas músicos, porque traía una experiencia importante de lo que había vivido allá y me sentía muy motivada”.
Entre los miembros también existe cierta afinidad con el tema; Rita y Paloma Henríquez (dúo Nueve) se graduaron de psicología, Enid es Master en Pedagogía y Rey Montalvo, sociólogo.
“Tenemos tres líneas de trabajo fundamentales: una, que podríamos llamar artística, pretende aunar una red de profesionales a los que les interese saber sobre el Tea y apoyar. El propio Mirón Cubano es un ejemplo de espacio inclusivo con intereses afines a los nuestros. Por eso estamos aquí, porque percibimos esa sensibilidad en el espejo.
“Otra es el acompañamiento a las familias que conviven con esta realidad, y una tercera la constituyen los mensajes destinados a la sociedad, para desmontar algunos mitos sobre el autismo y que las personas no tengan una imagen limitada o basada en lo que han visto en la ficción”.
Rita, a quien ya tuvimos en la sala teatral de la calle Manzano el pasado 28 de enero, ha estrechado importantes vínculos de colaboración con la agrupación matancera, surgidos dentro de la red Corazón Feliz, que es liderada por Rochy Ameneiro.
“Se trata de unir a quienes trabajamos para la infancia con una cultura de paz, de respeto por la individualidad, con una visión contemporánea, llena de colores y de valores comunes. En el caso del Mirón, vamos con la misma brújula y por eso salen cosas lindas”.
Desde el punto de vista de la compañía teatral, Rocío Rodríguez, su directora general, afirma que en el trabajo con la cantautora ha sido todo muy fortuito y mágico. “Como si estuviéramos destinados a conectar de cualquier manera.
“A inicios de la pandemia nos acercamos a las autoras cubanas de música para los niños, fue entonces cuando hicimos el video de Canción de las pecas, de Rita del Prado, todo en tonos de azul, sin saber lo que significaba ese color para el autismo.
“Por otra parte, nosotros comenzamos este año presentándonos en la escuela de educación especial de Varadero. A partir de ahí hemos creado un equipo de trabajo con varias psicólogas, que esperamos nos brinde las herramientas para comprender cómo desde el arte podemos acompañar a los niños en situación de discapacidad.
“En nuestro espacio El patio del abuelo Pancho conocimos el proyecto El mar y nosotros, al cual decidimos unirnos con el objetivo de acoger y compartir un poquito más con las familias que conviven con el trastorno espectro autista”.