Al transitar por el Paseo de Narváez no solo saltan a la vista los bares de la zona. Ellos, los pescadores, también forman parte del paisaje mientras tiran sus aparejos al agua del San Juan en la búsqueda de una captura.
Algunos lo hacen a modo de trabajo, para otros se trata solo de un sano entretenimiento, pero siguen ahí, en los márgenes del río, rompiendo con su presencia la soledad aparente de un paisaje.
A sus rostros le dedica nuestro fotógrafo Raúl Navarro el siguiente fotorreportaje.