En medio de la compleja situación económica y financiera que vive el país, el movimiento de innovadores y racionalizadores (Anir) de la Central Termoeléctrica (CTE) Antonio Guiteras Holmes, de Matanzas, realiza ingentes esfuerzos por mantenerla en activo, con importantes aportes tecnológicos, como en el momento actual, en fase de mantenimiento durante 12 días.
Así lo dio a conocer, en exclusiva para el periódico Girón, Luis Grabiel Giró Hernández, presidente de la organización en la planta generadora. Además, informó que poseen 221 asociados, de los cuales 71 son mujeres, 32 jóvenes de 34 años de edad o menos, y en su conjunto protagonizaron 45 soluciones; de estas, 37 con evaluaciones económicas en el 2022.
El monto financiero de las obras asciende a 6 849 832 pesos, de los que el 4 % se aportó a los fondos de la organización, o sea, 273 932 pesos fueron destinados a diversos menesteres, incluida la estimulación periódica de los afiliados más sobresalientes.
El también máster en Ciencia Tecnológica explicó que el departamento eléctrico es el más destacado por sus resultados en trabajos y efecto económico, con 4 214 328 pesos, y mencionó entre los de mayor connotación los siguientes.
Diseño y construcción del panel de control y protecciones del transformador de MVA, de la autoría de Alejandro Ventosa Águila, Héroe del Trabajo de la República de Cuba, y Jesús Morodo Castellanos, con aporte de 1 361 555 pesos.
Diseño y construcción de celdas de acometidas para el puesto de observación del transformador de servicio MVA, también de los aniristas antes mencionados, con efecto económico de 910 349 pesos.
No menos importante resultó el trabajo de solución inmediata nombrado Recuperación de los interruptores de seis kV de la propia industria eléctrica, que propició 1 942 128 pesos gracias a los innovadores Alberto Báez Segovia, René Jiménez Echeverría y Pablo Castañeda Febles.
Desde el 2003 hasta la fecha, este valioso ejército de la más eficiente industria generadora de electricidad del país contabiliza 900 soluciones, con evaluaciones técnicas generales.
Otro aspecto relevante dado a conocer por el ingeniero Giró Hernández es que las actuales circunstancias que atraviesa la fábrica permiten avizorar que una notable cantidad de trabajadores-especialistas se incorporará a la Anir en los próximos meses, pues todos laboran incesantemente en la búsqueda de soluciones a los acuciantes problemas que enfrentan debido a los muchos años de la CTE, fundada en 1988, y al férreo bloqueo económico y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba hace más de seis décadas.