El San Juan Murmurante, espacio cultural que auspicia el Centro Provincial del Libro y la Literaruta y la Sucursal de Artex en Matanzas, contó en esta ocasión con el invitado Ricardo González Morales, conocido en todos los confines poéticos como Kiko, el cochero.
Junto a su amigo de la vida Orismay Hernández, anfitrión de esta peña que se realiza regularmente en el Centro Cultural San Juan, en calle Nárvaez, Kiko relató pasajes de su intensa vida, rememorando sus inicios como decimista a la temprana edad de 9 años, cuando recitaba versos en los matutinos, y en caso de que se le olvidara alguna estrofa, lograba culminarla al establecer una rima espontáneamente.
Fue así que descubrió que tenía aptitudes como repentistas. Desde entonces su vida ha estado ligado a este género campesino hasta convertirse en un referente de la décima cantada.
La fuerte lluvia que caía torrencialmente no impidió la presencia de público que constataron la destreza del poeta a la hora de hilvanar versos. El acompañamiento musical estuvo a cargo del versátil artista Yuniel Doble Ponce, quien regaló varios temas a los asistentes.