Carlos Luis y la magia de revivir transformadores 

La revisión de Carlos Luis es sinónimo de una buena reparación y puesta en total explotación del importante dispositivo eléctrico.

La revisión de cualquier tipo de transformador eléctrico, para detectar qué falla o avería interna o externa obligó a llevarlo al taller para su “cura”, requiere conocimiento y experiencia, además de una alta concentración del especialista que realiza la diligencia, para no equivocar corrección y evaluación final. 

Lo anterior es conocido por Carlos Luis Hernández Sánchez, por lo que ojos y oídos se concentran en cuanto hace ante estos ingenios de corriente alterna, cuya finalidad es variar la función de dicha energía, como el voltaje o la intensidad, manteniendo frecuencia y potencia, cuando el dispositivo es el adecuado.

Esos equipos, expuestos a la intemperie, son de distintas dimensiones, de acuerdo con el lugar y utilidad de la distribución de energía eléctrica. Pueden encontrarse en sitios urbanos, rurales, industrias, yacimientos de petróleo, hospitales, etc. 

Carlos Luis, de carácter serio y natural de Pedro Betancourt, acumula 26 años en el sector y cuatro en esta práctica. Es graduado de técnico medio en Mantenimiento eléctrico, en la escuela tecnológica Ernest Thaelmann, del barrio de Versalles, en la ciudad de Matanzas.

Su currículo laboral abarca los grupos electrógenos de hoteles, en Varadero, y las subestaciones de mantenimiento y montaje de grupos de electrógenos en la Zona Especial de El Mariel, en los inicios de esta importante área para la industria, comercio y economía cubanas.

Además, manifestó que le gusta esta nueva tarea. Se considera apto, independientemente de la alta responsabilidad que ella entraña, por lo que significa hacer un trabajo con calidad. Esto implica conocer al detalle la avería de cada transformador, para arreglarlo e instalarlo en condiciones óptimas.

“La revisión es general. Incluye el aceite, ver si hay cables partidos, mediciones para conocer su funcionamiento, así como el estado de los aislantes”.  

Carlos Luis comparte criterios con sus compañeros, como Arián Abacheche Rodríguez, también operador A, según la situación existente. “Para cada dispositivo hay una solución distinta, a veces con averías sin precedente, al estar dotados de múltiples partes”. Entre estas últimas, se hallan el devanado y voltaje primario y secundario, núcleo, etc; por tanto, se requiere de especialistas.

Oleidy Pagés Dikinson y Raúl Suárez González también laboran con él. Siempre están atentos a cada labor y al apoyo desde el almacén o administrativo.

“Cuando parto de aquí hacia mi casa, no dejo a un lado lo que quedó inconcluso, lo llevo en el pensamiento. En mi mente reviso el transformador, su interior y exterior. Busco la solución para no comenzar al día siguiente desde cero, y esto facilita un trabajo con calidad y sin demora. 

“Ello no significa desatender las necesidades de la familia, compuesta por Idelys Pumariega Ibáñez, mi esposa, y Wendy, Glendys y Roxana, mis hijas. Les dedico la atención debida, incluida la comunidad”.

Refiere, además, lo bueno de sus relaciones en el colectivo obrero. “Me siento satisfecho, porque cada uno sabe lo que le corresponde y lo acomete sin falta. Somos adultos, conscientes de nuestra labor y responsabilidad. No he tenido problema alguno, como no sea encontrar dónde está la dificultad en el funcionamiento de estos sistemas”. 

Puede contarse con energía suficiente, pero de nada sirve si hay un transformador averiado, que impida o limite la correcta distribución de electricidad primaria y secundaria. 

“Aseguro que por nosotros no dejarán de cumplir su función social. Convertiremos nuestra voluntad y energías en esa luz que todos necesitamos”. (Fotos del autor)

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1 Comment

  1. Continúan los necesarios reconocimientos a las labores de los trabajadores eléctricos, en las personas de valiosos técnicos que en sectores diversos de la generación, transmisión y distribución de energía realizan un trabajo imprescindible para minimizar y desterrar de nuestra realidad los molestos apagones. Hoy se enaltece a Carlos Luis, actual trabajador del taller de transformadores de la OBE Matanzas, con quien me une una larga amistad desde que coincidimos en Geysel, años atrás. Este talller de transformadores, venido a menos, en una época gracias a la potencia en equipamiento instalado, en la calificación de los operarios que en él trabajaban y su espíritu de pertenencia, liderados por su jefe, ya retirado, era capaz de realizar múltiples operaciones a cualquier tipo de transformador para su retorno al servicio, la mayoría de las cuales hoy no se pueden realizar en Matanzas. De esa época, sólo queda el espíritu de entrega al trabajo y la profesionalidad, de los cuales es heredero Carlos Luis. Mis felicitaciones a Carlitos y a Arestuche por esta serie de artículos.

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