Un wild pitch y un mal tiro pusieron a los Cocodrilos de Matanzas contra la pared en el séptimo inning luego de dos outs en el segundo partido de la Gran Final, dominado de principio a fin por el pitcheo.
El gran trabajo de ambos zurdos mantuvo la pizarra en blanco hasta la entrada de la suerte. Yamichel Pérez por los yumurinos se mantuvo impecable en la lomita.
El desquite llegó rápidamente en las muñecas de Yariel Duque quien se vistió de largo con un soberbio batazo con Yadir Drake en base, que igualó las acciones a una carrera por bando.
Sin dejar respirar al rival Roberto Loredo limpió la honra y con un imparable impulsó la segunda para los yumurinos y le daban así un respiro al relevo de Noervys Entenza, que no dejó que la poderosa y combativa batería granmense le diera vuelta a la pizarra.
El noveno fue productivo para los nuestros y se anotaron dos más impulsadas por Javier Camero, que al parecer comienza a despertar, y Juan Miguel Vázquez.
Los Alazanes no se dieron por vencidos y a la hora de recoger los bates encendieron la chispa en un Mártires de Barbados repleto, pero un doble play salvador de Lázaro Cedeño como emergente apaciguó la algarabía de los parciales orientales.
A pesar de dejar en vilo numerosas oportunidades de fabricar carreras, los Cocodrilos se crecieron a la hora buena para arrancarles una victoria a los actuales campeones en su propio patio.
El martes el Victoria de Girón será la sede del tercer encuentro de una final que sin dudas será muy reñida.