El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, denunció hoy en esta capital que todos los países capaces de llevar a cabo una política independiente están siendo atacados por Estados Unidos en la actualidad.
“Los que no están de acuerdo serán castigados. Está claro que no sólo Rusia será castigada, más aún porque nosotros ofrecemos resistencia. Se ataca a todos los que son capaces de llevar a cabo una política independiente”, manifestó el alto funcionario en la XXX Asamblea del Consejo de Política Exterior y de Defensa de Rusia.
En tal sentido, el jefe de la diplomacia de Moscú advirtió sobre la llamada estrategia Indo-Pacífica de Estados Unidos, enfocada contra China y a través de la cual Washington pretende incluir a la India de manera sólida y confiable en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y convertirla en parte de sus socios.
Señaló Lavrov que igualmente, en el espíritu de la Doctrina Monroe, la Casa Blanca quiere dictar las normas según las cuales debe vivir América Latina. Enfatizó que la Unión Europea, por su parte, pierde signos de independencia, “integrándose obedientemente a los planes anglosajones para establecer ese mismo orden mundial unipolar, sacrificando la calidad de vida de los europeos, sus intereses fundamentales en favor de Estados Unidos”.
La pregunta es si los estadounidenses hoy en día realmente pueden seguir el principio clave de la Carta de Naciones Unidas en defensa de la igualdad soberana de los Estados, dijo.
Según Lavrov, un orden basado en reglas no prevé democracia ni pluralismo, incluso dentro del Occidente colectivo.
“Se trata del resurgimiento de la dura disciplina de bloque, la subordinación incondicional de los llamados aliados al dictado de Washington, y a los aliados inferiores no se les da mucha importancia”, indicó.
En otra parte de su intervención, el canciller de este país señaló que Occidente declaró una guerra híbrida total contra Rusia, la cual resulta impredecible conocer cuánto durará, pero las consecuencias las sufrirán todos sin excepción.
Reflexionó que la nación euroasiática, como en 1917 y 1991, se enfrenta a una elección de caminos históricos.
Opinó que las consecuencias de las circunstancias externas están provocando cambios a nivel global, pero también en el país.
Declaró que la expropiación de activos extranjeros que enfrente la nación es un acto de piratería estatal del que nadie está a salvo en el mundo a partir de ahora, lo que provocó que otros países estén reduciendo su dependencia del dólar estadounidense y de los mercados occidentales.
El titular ruso de Exteriores apuntó que Occidente dejó de ser percibido como un ideal de libertad y democracia, y con sus acciones depredadoras erosionó su reputación como socio fiable. (Tomado de Prensa Latina)