Hace exactamente un año, en la tarde de aquel inolvidable 5 de agosto, un rayo rompió la quietud de un viernes en Matanzas. Pronto una columna de humo ensombreció la ciudad y el sonido de sirenas movilizó a más de un curioso. Nadie se imaginaba las jornadas que vendrían.
Tras el ajetreo de esos días nuestros fotógrafos volvieron a revisar sus archivos, esta vez sin la prisa que supuso un suceso de este tipo para las rutinas periodísticas. Ahí encontraron estas fotos inéditas que le iremos compartiendo.
Las que le traemos hoy fueron tomadas por Raúl Navarro ese viernes 5 de agosto, a escasos minutos del impacto de la descarga eléctrica, cuando la nube de humo hizo presencia en el cielo de la ciudad, antes de quedarse grabada con fuego en la memoria de cuantos la vivieron.