Aldo Bianchi es un ciudadano argentino residente en Italia que viaja hasta La Habana, donde conoce a Bini, la clásica mulata exótica, «jinetera», infatil y leal. A través de esta chica y por azar, nuestro protagonista descubre que un enemigo del pasado se encuentra escondido en Cuba, bajo una falsa identidad.
La narración se va alternando entre los diferentes personajes, que imprimen a cada capítulo sus particularidades e idiosincrasia, tanto de los cubanos como de los extranjeros. Uno de los narradores, Alberto Ríos, es un forastero radicado en la Isla, un poco lunático y con un pasado oscuro.
Contada con gran dosis de humor y al estilo de un thriller cinematográfico, con saltos temporales, a mediados de la historia el escritor aborda los antecedentes de la trama y al inicio, por la carencia de datos importantes, surgen interrogantes sobre: ¿quiénes son los personajes?, ¿por qué actúan así?, las cuales solo pueden responderse después de la lectura de 200 páginas.
El rojo en la pluma del loro es un policíaco retorcido, escrito por Daniel Chavarría. Ambientada en La Habana a finales de los años 90, a las puertas del 2000, la novela es conocida por su retrato detallado de la sociedad cubana de la época. Aborda temas como la corrupción política, la prostitución, la santería, la música y las tradiciones. Nos presenta una imagen compleja y matizada que va más allá de los estereotipos que a menudo se asocian a la nación.
Daniel Chavarría (1933-2018) fue un escritor uruguayo que vivió gran parte de su vida en Cuba. A lo largo de su carrera publicó más de 30 novelas, muchas de las cuales están ambientadas en nuestro país. Su obra cumbre es El rojo en la pluma del loro, la cual vio la luz en 2001 y ha sido traducida a numerosos idiomas, incluyendo francés, alemán e italiano.
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Es considerado uno de los autores más importantes de la literatura policial latinoamericana y ha sido galardonado con diversos premios. Entre ellos, el Hammet (1992), el Planeta de Novela (1993), Casa de las Américas (2000), en el género novela, y el Premio Nacional de Literatura en Cuba (2010). Además, conquistó en varias ocasiones el premio Puertas de Espejo, distinción otorgada cada año a la novela más solicitada en la red nacional de bibliotecas públicas.
Se autodenominaba un escritor cubano nacido en Uruguay. Residió en Cuba desde 1969 hasta su fallecimiento. Llegó tras secuestrar una avioneta en Bogotá, mientras huía del Departamento Administrativo de Seguridad. Hablaba con fluidez cinco idiomas. Se desempeñó desde 1975 a 1986 como traductor de literatura alemana para el Instituto Cubano del Libro y profesor de latín, griego y literatura clásica en la Universidad de La Habana. Además de su trabajo como escritor, Chavarría también fue un activista político y social. Se unió al movimiento revolucionario cubano en la década de 1960.
El autor declaró que solo le interesaban las novelas y que las escribía en tres vertientes fundamentales: novela política de aventuras, novela histórica y novela picaresca. De entre su obra habría que destacar títulos como Allá ellos (1991), Adiós, muchachos (1994), Príapos (2005) y Joy (1978).
Frases de la novela
“La urgencia por desempolvar recuerdos vigorizaba los relatos, los coloreaba”.
“Muchos cubanos (…), gracias a una sensualidad elemental y omnipresente, podían gozar de la vida en medio de carencias inadmisibles para un europeo de clase media”.
“Los humanos padecen más el miedo a un tormento que el tormento en sí”.
(Por María Karla Pérez Romo y Odalis Sosa Dencause)
Una de las novelas clásicas del «Chava». Una lectura refrescante. En la relació ofrecida, faltan dos títulos, para mí imprescindibles de este autor; La Sexta Isla y Una pica en Flandes.