Llegó el verano, y como se dice en buen cubano: el cuerpo lo sabe. Digo más, lo necesita. Y no me refiero a las altas temperaturas (particularmente intensas y sofocantes por estos días), sino a las muchísimas propuestas que acompañan cada etapa estival, y que en este 2023 parecen encaminadas a superar expectativas.
La etapa veraniega suele ser la escogida por grandes y chicos para distraerse y aliviar tensiones. De ahí que instituciones culturales, deportivas y cualquier centro de ocio o gastronómico centren sus esfuerzos y mayoría de recursos en esta época del año tan esperada.
Bajo el lema “Verano con amor”, un extenso abanico de propuestas, resultado de muchos esfuerzos, se sobreponen a serias limitaciones económicas y a una crisis energética mantenida, cuyas afectaciones son evidentes en micros y macros escalas.
Así lo demostró un inicio del período estival cargado de actividades en los principales parques de la provincia, con un sinnúmero de propuestas que, aunque variaban entre municipios, ciertamente cumplieron sus objetivos.
En la cabecera provincial, la presencia del Circo Nacional fue muy agradecida por los habitantes de la urbe, al igual que la presentación de la agrupación de Adalberto Álvarez. Pero considero que el reto cada año no está solo en un inicio por todo lo alto, sino en mantener durante los dos meses esas iniciativas adecuadas a cada grupo etario, y a su diversidad de gustos.
Papel protagónico tiene en cada período estival el Sistema de Casas de Cultura, que si bien se las arregla el resto de los meses para ofertar desde talleres literarios hasta espacios para el rock y la música campesina, aumenta significativamente sus propuestas en julio y agosto.
Palmas merecen aquellos instructores de arte y directivos que piensan en opciones variadas, quienes nos evidencian con su iniciativa cuánto se puede lograr con amor y empeño. Hay instituciones que este 2023 incluso han brillado más de lo normal, y en esa lista entra la Casa de Cultura de Cárdenas, que además de sus habituales talleres de verano, publicó en redes sociales otros igualmente llamativos.
Entre las bondades de esta etapa figura que el arte y el deporte escapan de sus sedes. Esto lo agradecen en demasía quienes viven en comunidades y consejos populares distantes de la provincia. Sobre todo en momentos en que el transporte no muestra su mejor rostro, por el déficit del combustible.
De ahí que desplegar opciones culturales-recreativas por toda Matanzas, sin miramientos de distancias, sea un regalo invaluable para quienes en otras ocasiones hemos adolecido de oportunidades como estas, con el deseo de materializar esos ratos de disfrute que asociamos a cada verano.
Priorizadas en este sentido por supuesto que están las playas, uno de los sitios más concurridos en la etapa, donde ya se perciben no solo Inder y Cultura, sino también ofertas gastronómicas y otros servicios.
Para quienes admiramos las vistas más bellas de la Atenas de Cuba, para chicos y grandes unidos por el gozo común que proporciona un lugar agradable, buena nueva ha sido la reinauguración del parque infantil de Monserrate, con el ranchón a escasos metros que representa otra excelente opción para la familia matancera.
Empresas e instituciones estatales, mipymes y trabajadores por cuenta propia han hecho equipo en el empeño de que el periodo estival 2023 sea mejor, y eso ya se percibe. Mucho queda previsto: agrupaciones de primer nivel, diversidad en carteleras de teatros y galerías, actividades para cualquier edad.
Disímiles y variadas opciones que buscan como mayor fin la satisfacción y la armonía. Excelentes propuestas en este verano, que tendrá limitaciones, pero al cual indiscutiblemente, y más allá del slogan, le sobra el amor.
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