Este noviembre de 2022 se cumple el aniversario 160 de la apertura de las Cuevas de Bellamar, con matiz turístico. Según Armando Castañeda Lozano, comunicador de la Unión de Historiadores en Matanzas, fue precisamente el 23 de noviembre de 1862 cuando se abren al público las cuevas de Bellamar, convenientemente acondicionadas para los visitantes con escaleras cómodas y sólidas, así como faroles para la mejor visibilidad.
Desde el Periódico Girón le proponemos recordar uno de nuestros trabajos sobre la historia del lugar, acompañado por algunas de sus imágenes más espectaculares.
No por reiterada resulta menos fascinante la visita a la Cueva de Bellamar en Matanzas,un lugar donde la acción transformadora del hombre en estrecha armonía con el equilibrio natural atrae a admiradores locales y foráneos
Descubierto de forma casual en 1861, el conjunto constituye el centro turístico natural en activo más antiguo de Cuba, habilitado al público un año después.
Considerado Monumento Nacional desde 1989 y con grado de protección 1 por su belleza natural y los valores patrimoniales que conserva, hoy los factores de la comunidad, de conjunto con la Sociedad Espeleológica de Cuba aspiran a que sea reconocido como Área Protegida a finales de 2013.
Además, laboran en la confección del expediente con el propósito de incluirlo durante el 2014, en la lista indicativa de sitios naturales considerados Patrimonio de la Humanidad.
Según explica el espeleólogo Esteban Grau González-Quevedo, la gran Paleocaverna Bellamar, es el sitio propuesto para aparecer en la lista. Con más de 24 kilómetros de extensión, de ellos casi 10 descubiertos a partir de 1992 por el Grupo Félix Rodríguez de la Fuente, posee los requisitos para ello, pues constituye una compleja red de galerías, las cuales albergan diversas formas cristalinas, compuestas por calcita y aragonito, que las distinguen como única a nivel mundial.
Algunos de estos espacios no abiertos al público hasta la fecha, pueden ser visualizados a través de multimedias en tercera dimensión confeccionadas con apoyo del Grupo San Marco, perteneciente a la Sociedad Espeleológica Italiana en aras de divulgar y valorizar el patrimonio subterráneo.
La conservación a largo plazo de uno de los sistemas cavernarios más importantes de Cuba constituye uno de los requisitos exigidos para ser consideradas Patrimonio de la Humanidad.
Desde ya se trabaja en la protección del área donde se encuentra situada la cueva, a través del proyecto Jardines de Bellamar, basado en los principios de la Permacultura, sistema sostenible que relaciona al hombre con su entorno, promoviendo el ahorro de los recursos naturales.