El envejecimiento de la población cubana representa un enorme desafío para nuestro Sistema de Salud. La realidad demográfica de Matanzas, en particular, alerta sobre la necesidad de continuar incrementando los servicios de asistencia social, así como los programas de diversa índole dirigidos a los adultos mayores.
Hasta el cierre de 2021 se contabilizaban aquí 152 mil 389 personas que sobrepasaban los 60 años. La provincia ocupa el sexto lugar entre los territorios más avejentados de la Isla, y Unión de Reyes aparece ubicado en el segundo escaño a esa misma instancia, con el 25,4 por ciento de sus pobladores en ese rango de edad.
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Los Lineamientos para la Política Económica y Social, aprobados en el VII Congreso del Partido, indican, entonces, estudiar e implementar programas a corto, mediano y largo plazo que resulten propios, creativos, integradores, viables y sustentables en las condiciones del modelo de desarrollo económico-social y político, en todos los sectores de la sociedad en aras de enfrentar tales niveles de envejecimiento.
Ello significa que además de Salud, corresponde un importante rol a los organismos y autoridades implicadas, así como a la familia.
HOGARES DE ANCIANOS
Suman once los hogares que en Matanzas tienen la misión de brindar asistencia social a los ancianos sin amparo familiar. En estas instituciones se les ofrece atención médica y rehabilitación, así como diferentes servicios domésticos, a fin de garantizar el confort de los mismos.
Entre otras prestaciones reciben estomatología, podología y fisioterapia. Además se les garantiza la alimentación, el aseo personal, el servicio de barbería… El personal que allí labora se las ingenia para que se sientan como en su casa, llenando el espacio vacío y atento a su bienestar.
CASAS Y CÍRCULOS DE ABUELOS
El 16 de noviembre de 1986 abría sus puertas la primera casa de abuelos en territorio yumurino, sita en la calle Río entre Ayuntamiento y Jovellanos. Hoy existen 28, distribuidas en todos los municipios.
En dichas instituciones son acogidos durante la jornada diurna aquellos adultos mayores que no tienen ningún amparo para acometer las tareas cotidianas, por lo que permanecen aquí desde las siete de la mañana hasta las seis de la tarde, tiempo en el que realizan variadas actividades.
Aunque la covid-19, los alejó un buen tiempo de sus rutinas cotidianas, hoy vuelven a integrarse los adultos mayores a los círculos de abuelos con que cuenta la provincia, programa de salud que los ayuda a resocializarse, fortalecer su estado físico y mental y a valerse por sí mismos.
AMOR Y COMPRENSIÓN
Al cierre de 2021, el 21,6 % de la población cubana tenía 60 o más años. Las proyecciones indican que para 2030 los adultos mayores serán 3,3 millones de personas, lo cual impactará en el seno familiar, los recursos laborales y la asistencia social.
El afrontamiento a la crisis que ello genera dependerá de los recursos internos y preparación de cada hogar, de sus fortalezas, la búsqueda de apoyo familiar y de la corresponsabilidad que asuma con el Estado.
Desde la comunidad también se pueden acometer acciones para que el núcleo al que pertenezcan entienda la responsabilidad que le toca. No obstante, pensando también en ellos, Cuba aprobó recientemente un nuevo Código de las familias, en el que se dignifica el respeto a su autodeterminación, sus voluntades, deseos y preferencias, independencia e igualdad de oportunidades.
Para vivir a plenitud esta etapa de la vida, los adultos mayores necesitan, sobre todo, pequeñas dosis de afecto, comprensión y ternura. No se las neguemos entonces.