“La costumbre es más fuerte que el amor”, reza la sabiduría popular; pero hay costumbres cargadas de mucho sacrificio y movidas por el talento innato y la capacidad de liderazgo. Y es que hablar de los resultados del canotaje en Matanzas es ese tipo de hábito agradable y placentero.
En busca de respuestas, dialogamos con Leonardo Valdez Lamar, comisionado provincial de esa disciplina y uno de los artífices de un fenómeno que se repite desde hace varios años.
—El logro del canotaje de Matanzas no es producto de la casualidad. ¿Cuánto hay de tradición, ciencia y talento en estos resultados tan estables?
—Lo que hoy aporta el canotaje matancero es producto del trabajo de un colectivo, desde las áreas deportivas hasta el alto rendimiento. Lo primero es el análisis estratégico, teniendo en cuenta las condiciones que prevalecen, y se va actualizando constantemente, según pasa el tiempo y a partir de las debilidades y las amenazas que se detectan respecto a otros territorios.
“Además, se realiza una selección de los mejores atletas desde la base, con el trabajo de técnicos, que hacen las captaciones en ocasiones de forma empírica, pero desarrollando las habilidades y las capacidades físicas elementales.
“Definitivamente, tenemos que aplicar mucha ciencia en estos momentos de carencia de implementos y de las condiciones adecuadas. Por ejemplo, sustituimos el gimnasio por el crossfit para coadyuvar a la formación multilateral de los atletas.
“La tradición es algo que nos favorece, pues Matanzas fue de las provincias pioneras en este deporte en Cuba, con figuras muy relevantes, y se ha mantenido así durante estos años”.
—En todos los aspectos de la vida, cuando quien lidera un colectivo no lo hace bien, las cosas no funcionan. ¿Cómo enfrenta usted el reto de seguir en la élite del canotaje en Cuba y cuál es la estrategia que aplica a la hora de dirigir a profesores con gran nivel?
—Para dirigir el proceso realizamos un trabajo de mesa, donde analizamos lo bueno y lo malo, y qué podemos hacer para transformar lo negativo a nuestro favor.
“En el sistema de trabajo que tenemos montado, cada entrenador tiene comunicación directa con los demás. Con eso logramos que no solo se preocupe por su equipo, sino por todas las categorías, pues la rotación es constante cada tres años.
“Es un análisis que contiene mucha crítica por parte de todos. En el intercambio de criterios se enriquece el proceso, pues todos no pensamos igual.
“Dirigir este proceso es complicado. Tengo profesores de varias generaciones, por ejemplo, Ledys Frank Balceiro y otros de gran experiencia y glorias del deporte en la provincia; así como un grupo de entrenadores nuevos con muchas ganas, con cosas novedosas, y esa mezcla es una fortaleza”.
—A su consideración y teniendo en cuenta el desempeño en estos JENAR, ¿cuáles son los nombres que sobresalen y cómo valora este relevo?
—Desde la categoría pioneril, donde fuimos campeones nacionales, todos los atletas se han destacado. Tenemos una cantera con ganas y garras para seguir siendo campeones y esa es la mentalidad.
“Obtuvimos el primer lugar en los Juegos Escolares. Además, porque las segundas figuras hicieron muy bien su papel. Si se trabaja de forma integral tenemos un resultado positivo, pues más allá de las individualidades prevalece el equipo.
—Si hablamos de condiciones de entrenamiento, las cosas no han estado bien. ¿Qué se está haciendo en este aspecto?
—En la última visita del Alto Rendimiento nos preguntaban cómo es posible que con tan poco se logre tanto, pues no tenemos botes modernos para los entrenamientos, como en el resto del mundo y como debe ser en el deporte. El gimnasio no tiene las condiciones necesarias, pero se imponen el deseo y la ciencia que se aplica en las prácticas para suplir las carencias. Dividir los grupos en varias sesiones es una de las estrategias para que todos puedan usar los pocos botes y remos que existen.
“Esas dificultades no nos amilanan; trato siempre de imprimirles optimismo y ganas de hacer a cada uno de mis entrenadores. Para mí los alumnos son una fuente de energía renovable total. Reunirme con ellos es fundamental, pues me inyectan deseos, aunque yo esté agotado. Cumplir con ellos es mi prioridad”.