Fue en junio de 2018 cuando entró en vigor la Resolución 54/18, del Ministerio de Comercio Interior, una normativa aún vigente que actualiza y regula la protección al consumidor en el país.
En 2019, la titular del ramo, Betsy Díaz Velázquez, emitió también la Instrucción número 5 de ese año, dirigida a perfeccionar el sistema en cuestión mediante la compensación y los tiempos de garantía de los productos y prestaciones.
Durante esa etapa se trazó una estrategia de divulgación, sobre todo en los medios de comunicación masiva, con el fin de dar a conocer los beneficios que les asisten a los clientes en este ámbito. La intención estribaba en dar un vuelco a la impunidad frente a las constantes violaciones en tiendas, mercados, cafeterías, restaurantes, talleres de reparación, entre otras entidades que brindan servicios al pueblo.
Casi cuatro años después, la situación muy poco ha cambiado en relación con dicho asunto. Además de que con certeza, si no hemos sido víctimas, al menos todos conocemos de alguna experiencia en torno a su incumplimiento; en la sección Reporte Ciudadano, de nuestro Semanario, y en los perfiles de las redes sociales de Girón, es posible constatar cómo abundan las quejas en tal sentido.
Así, pues, ocurre con la distribución del gas licuado, la devolución del cambio en los establecimientos y en los ómnibus, la entrega de paquetes por la Empresa de Correos, y con la venta de productos de primera necesidad en los puntos de Cimex y TRD; así como de medicamentos en las farmacias.
Acontece igual con la calidad del pan, la mortadela, café y picadillo que se expenden en las bodegas; la respuesta a las garantías de artículos comprados con CUC e, incluso, MLC; los trámites para obtener el carné de identidad, con el cobro del agua, la lectura del metrocontador… ¡Y ni hablar de precios!
Lea más en: Ejecuta la Onat operativos fiscales contra aumento precios en Matanzas
Extensísima sería la lista de insatisfacciones relatadas, al punto de uno preguntarse si en verdad alguna vez ha sido prioridad la protección al consumidor. Y es que, aun cuando toda regla tiene su excepción, predomina un criterio entre la gente: ‘adonde quiera que llegas, siempre te encuentras lo mismo’.
En Cuba, el Código Penal, en su capítulo VIII, referido a la infracción de las normas establecidas al respecto, contempla sanciones que van desde privación de libertad de seis meses a dos años o multa de trescientas a mil cuotas para aquellas violaciones que constituyen delitos. Tal es el caso de la venta de artículos incompletos en su composición o peso, deteriorados o en mal estado de conservación. Sin embargo, raras veces se aplican.
Hasta me atrevo a decir que la Resolución 54/18, mencionada al inicio, también corre el riesgo de convertirse en letra muerta, como ha sucedido con regulaciones anteriores a esa fecha. Y no solo por la falta de recursos para asegurar algunos de sus acápites, sino por la carente actuación de los inspectores y demás autoridades involucradas, así como de mecanismos de control.
Tampoco vale echar ahora la culpa a la covid-19 que, si bien puede ser responsable de la demora en la aprobación de la Ley que desde entonces se espera, nada tiene que ver con que, por ejemplo, te entreguen un vuelto o te comprueben el peso del producto adquirido en el área destinada para ello.
Es cierto que del tema mucho se ha hablado y se seguirá hablando, pero no podemos cansarnos hasta lograr que algún día nos sintamos más protegidos como consumidores.
Pregunto; los días feriados por qué las bodegas trabajan de siete a nueve, desde que tengo uso y razón a pesar de que nací con la revolución, las bodegas es un establecimiento que pertenece a prestación de servicios y por ende al menos deben trabajar corridos por ejemplo como lo he vivido trabajaban de siete a tres corrido ésto sucedió en la bodega de La Reforma ubicada en el barrió de Pueblo Nuevo de la ciudad de Matanzas, me estoy dando cuenta que los administradores quieren hacer las cosas a sus conveniencias y otras violaciones más que existen sin basarse en las leyes, que por cierto hasta ahora no las han cambiado, el único horario que tienen las bodegas de siete a nueve son los Domingos para dar leche y pan, hace falta hacer un llamado a éste problema porque la’ costumbre es más fuerte que el amor» digo que las leyes.