Postales Matanceras: Martí en la Ciénaga de Zapata

Ciénaga de Zapata. Foto: Miguel Márquez Díaz

La situación geográfica y peculiaridades naturales de la Ciénaga de Zapata propiciaron que la zona fuera escogida como punto de introducción clandestina de africanos. Por lo general, este comercio de hombres tenía lugar por las inmediaciones de Bahía de Cochinos y, escogidos los lotes, eran enviados hacia los ingenios, en su mayoría de la jurisdicción de Colón.

Entre 1831 y 1864 abundan los documentos relativos a la trata negrera en el sureño territorio. El tráfico, en violación de las ordenanzas coloniales, llegó a desarrollarse con tanta frecuencia en la zona, que mantuvo en jaque a las autoridades de la Isla, desde los capitanes pedáneos hasta el capitán general.

El año 1854 tiene particular importancia, no solo por las numerosas denuncias formuladas, sino porque en ellas se consignan significativas cifras de bozales introducidos, estando involucrado entre otros, Don Julián Zulueta y Amondo, connotado traficante de esclavos y propietario de numerosos ingenios y dotaciones en La Habana, Matanzas y Las Villas.

El 23 de marzo de 1855 se produce la entrada de 1 800 africanos por Bahía de Cochinos. La última comunicación detectada sobre el fenómeno en la documentación oficial data del 2 de marzo de 1864.
Dos años antes, en abril de 1862, con solo nueve años, José Martí llega a Caimito del Hanábana, acompañando a su padre don Mariano Martí, recién nombrado capitán pedáneo del lugar. La estancia se prolongaría hasta diciembre.

De este año es su primer escrito conocido, una carta que envía a su madre el 23 de octubre. Años después plasmaría en versos impresiones de su estancia en esos predios:

“El rayo surca, sangriento 
El lóbrego nubarrón:
Echa el barco, ciento a ciento,
Los negros por el portón.
[…] Andaba la hilera, andaba,
De los esclavos desnudos […]”.

En el 2010 se estrena el filme El ojo del canario, del realizador Fernando Pérez, una historia de ficción muy bien recreada, donde se muestra al niño Martí como testigo presencial de un desembarco de esclavos, y visitando las aguas de la Bahía de Cochinos.

No es posible asegurar que ambos acontecimientos mostrados en la película respondieran a la verdad histórica, pero los frecuentes recorridos que el pequeño realizó por la comarca apuntan a favor de que fueran realidad; como también el poema sugiere que Martí fuera testigo presencial de un desembarco de esclavos en la Ciénaga de Zapata.


Lea también

Postales Matanceras: Las cuevas de Cagüeza

Postales Matanceras: Las cuevas de Cagüeza

Félix Morales Zamora, conocido como Cagüeza, estaba perturbado de sus facultades mentales y se dedicaba a la recolección de leña… Leer más »


Recomendado para usted

Sobre el autor: Adrián Álvarez Chávez

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *