Los ríos son una puerta de agua abierta a la vida, al misterio de la existencia que brota tanto en lo profundo como en las márgenes.
Hoy el lente de Raúl Navarro González nos revela un paisaje en movimiento, que contrasta con la aparente quietud del Río San Juan.
Nada como la sensibilidad del fotógrafo para captar los rayos de luz que irrumpen en el espejo líquido; la inocencia de la infancia salpicada por una fiesta de agua; la visita de las mariposas…
Estas fotografías son una invitación a redescubrir este paraje matancero, a estar atentos para no perder ni un solo detalle del paisaje que se abre ante nuestros ojos. Dejémonos sorprender por sus encantos.
Fue un excelente recorrido, en el que participé. Puro contacto con la naturaleza.
Excelentes personas nos acompañaron de nuestro club de fotógrafos Matanceros, donde destacan estás maravillosas imágenes captadas por Raúl Navarro.