El domingo 26 de mayo de 1929 un carro de bomberos con su dotación, procedente de Cárdenas, transitaba rumbo a la ciudad de Matanzas. Asistirían a las festividades en honor al presidente de la República Gerardo Machado, en ocasión de la apertura del tramo de la Carretera Central a su paso por esta ciudad.
A la altura de la curva de la playa Bellamar, actual El Tenis, al auto de incendios se le zafa la goma izquierda delantera. Su chofer, Nicolás Brioso Morales, al perder el control del mismo, impacta contra un poste y se vuelca.
Como resultado, del total de 22 tripulantes, fallecieron al instante: Virgilio Leiva, Rafael Zapata, Pablo Torrás, Luis Ibarra y Carlos González, así como Heriberto Genex, este último en el hospital; mientras 12 recibieron heridas.
En la mañana del lunes 27, los fallecidos eran sepultados en Cárdenas. Poco después, se erigía en el lugar del accidente, un modesto obelisco que perpetua la memoria del trágico suceso de la “Curva de los Bomberos”.
(Por: Adrián Álvarez y Clara Emma Chávez)
