Postales Matanceras: Boas gigantes en Ciénaga de Zapata

El Majá de Santa María (Epicrates angulifer), familia de la descomunal anaconda sudamericana, es la única boa cubana, la cual puede superar los cuatro metros de largo. Aunque sus principales presas son los roedores, no desprecia las aves de corral, razón que contribuye a su persecución y disminución de poblaciones. En Ciénaga de Zapata, las condiciones de refugio de fauna propician la existencia de grandes ejemplares 

Por otra parte, el campo cubano, prolífero en mitos y leyendas, vincula al majá con uno de los fenómenos de mayor relevancia, el conocido como madre de agua, relativo a un enorme reptil, con tarros, que emite fuertes silbidos y simula el canto de un gallo. Hay coincidencia entre decenas de informes recopilados por el investigador Samuel Feijoo, sobre encuentros con la madre de agua, en zonas de las provincias de La Habana, Villa Clara y Camagüey.

De igual forma, este redactor verificó la existencia del singular mito en Cocodrilos, porción oriental del mayor humedal del Caribe Insular. 

En 1982 Julio Alonso cortaba madera en el camino de El Limón, cuando escuchó el fuerte canto de un gallo en la soledad del lugar. Entonces quedó estupefacto al observar, al centro de una laguna, un descomunal majá con tarros y ojos redondos similares a los de una persona. De regreso al poblado contó lo sucedido y durante varios días fue víctima de fuertes dolores de cabeza y elevada fiebre.

Lo cierto es que, a la real existencia de grandes Epicrates angulifer en Ciénaga de Zapata, se une la imaginación humana, el mito y el folclor para dar vida a la leyenda de la madre de agua, que forma parte ya de la historia cenaguera.

(Por: Adrián Álvarez Chávez)

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Sobre el autor: Adrián Álvarez Chávez

1 Comment

  1. Adrián:
    Cada vez que leo algo sobre las tradiciones, en las cuales se describen hechos y formas de vida no conocidas y clasificadas por la ciencia, y el temor a lo desconocido, a ser estigmatizados, rechazados, incluso maltratados y lastimados por tomar partido, por aceptar como posible la veracidad sobre un hecho, nos desconcierta, y obliga a referir que la permanencia de ese hecho en el imaginario popular se explica por la simpleza de que a su alrededor se une la imaginación humana, el mito y el folclor para dar vida a la leyenda, recuerdo la anécdota de otra leyenda, incluso reforzada pitográficamente, de que en el Nilo existía un pez que nadaba ¨bocarriba¨. Esta ¨leyenda¨fue rechazada y refutada por muchos expertos, con criterios ¨científicos¨, hasta que el dichoso pez se le ocurrió terminar en la red de un pescador. Ya hoy, nadie discute esa ¨evidencia¨. Si algún día, se logra obtener ¨evidencias¨ de la existencia de esa ¨madre de agua¨, o algo parecido, me sentiré satisfecho de no haberme equivocado.

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