Alexis Plasencia en la piel de la ciudad

“Mis obras persiguen ponerse en la piel de la ciudad, la que pongo sobre mi propia piel”. Así define el artista de la Plástica Alexis Plasencia sus trabajos de camuflaje corporal. Resultaba inevitable querer saber más, intentar descubrir lo que mueve a este joven al regalarnos tales maravillas visuales, por eso decidimos contactarlo. Con una inmutable sonrisa y la mejor actitud, accedió a contarnos mucho más de lo que vemos a simple vista.

“Cada vez que hablo de mi trabajo, sea en televisión, para la radio o una entrevista específica, me siento en confianza. Siempre digo que cuando uno tiene el trabajo encaminado sobre la base de la verdad, de la libertad creativa y, sobre todo, de una idea clara de lo que quiere expresar, esa fluidez va a surgir en el diálogo. Mi nombre es Alexis Plasencia, un poco tarde para decirlo, perdón”.

Graduado de la tercera graduación de la escuela de Instructores de Arte, actualmente se encuentra frente a la sección de Artes Visuales de la Asociación Hermanos Saíz. También es miembro de la ACAA y artista independiente.

“Desde hace 12 años me intereso en el tema del cuerpo como plataforma fundamental en mi obra, el arte corporal y en específico el camuflaje. Lo escogí entre tantas cosas porque en ese ejercicio de la creación a veces uno encuentra lugares donde se siente más cómodo a la hora de crear.

“En aquella época vivía en Agramonte y fui invitado a un salón de arte erótico que se desarrollaba en la galería de Jagüey Grande. Yo veía que las personas afrontaban este campo de las artes visuales de una forma muy tradicional, la fotografía, alguna que otra pintura, y yo decía: ‘¿Qué voy a hacer para que sea diferente?’. Fue entonces que me metí en la cabeza hallar esa diferencia.

“El sitio más erótico de nuestras casas es la habitación y casi siempre en ellas hay lámparas de noche, y pensé ‘voy a hacer dos lámparas vivas y que se atraigan, con la galería a oscuras, y ellos alumbrándose el uno al otro’. La gente lo tomó con tanto respeto y admiración que sentí que por ahí estaba el camino.

“También descubrí que en la plataforma nacional era un área poco explorada, al menos con seriedad. Al encaminar toda la obra de un artista por esa línea, muy pocos utilizan esa herramienta creativa como algo importante. Entonces estoy aprovechando esa exclusividad para potenciar mi arte y hacerlo resaltar.

“Mi creación ahora mismo está dividida en dos partes. Una de ellas, donde me relajo mucho, cuando hago un homenaje a la pintura cubana. Nunca recreo sobre el cuerpo la obra en sí de esos artistas, pero siempre doy pequeñas pinceladas que pueden llevar al público a pensar que esto sale de la pintura cubana. De ahí es de donde sale la serie Avitralado, donde pinto un fondo e introduzco al modelo dentro de ese fondo. Entonces se convierte en un gran cuadro lleno de colores, junglas y vitrales.

Alexis Plasencia en proceso creativo. Foto cortesía de la fuente

“La otra vertiente de mi labor es el camuflaje en los espacios públicos de la ciudad. Me interesa muchísimo destacar los valores patrimoniales de la Atenas de Cuba, esos lugares que vamos reconociendo cuando caminamos y decimos ‘esto es importante para Matanzas’, y hacer una denuncia acerca de los sitios que se van perdiendo, que están en ruinas. De ahí surgen intervenciones como la del Puente Giratorio, donde vemos un puente que quisiera verlo más precioso de lo que es, pues resulta una joya de la arquitectura matancera y, sin embargo, se está destruyendo.

“Mis piezas persiguen ponerse en la piel de la ciudad para que la gente pueda vivir el dolor que tienen esos muros. Eso es lo que trato de llevar al ponerlo sobre mi propia dermis, el modelo y yo lo sentimos así.

“Cuando intervengo no aviso al público, llego, coloco al modelo y empiezo a pintar. Esta experiencia resulta indescriptible. Al principio temía que la gente, al ver un modelo desnudo, lo fuera a mal interpretar, pero me he quedado gratamente sorprendido porque han afrontado estos eventos con mucho respeto. Después tomo imágenes y videos, pero creo que esa experiencia se convierte en una acción performática que arrastra al público a formar parte de la pieza.

El Secreto de las Paredes de Alexis Plasencia. Foto cortesía de la fuente

“Mi obra, esta obra donde toco sensiblemente a Matanzas, no es pagada. A mis modelos les pago a veces, otras no; pero todavía no he tocado la piel de uno que quisiera cobrar por colaborar en uno de estos proyectos, creo que han entendido que a veces lo importante no es el salario, sino hacer algo único. La hago con el deseo de que quizás un día se pudiera comercializar”.

Y LLEGÓ LA COVID

Durante la pandemia, el trabajo de los artistas se vio inevitablemente afectado. Sin embargo, el  aislamiento social no acabó con el ansia creativa de Plasencia.

“Mis intervenciones solían ser siempre públicas, pero hubo algo que las frenó, la covid-19. Esto requirió permisos de la Oficina del Historiador de la Ciudad, y con la enfermedad circulando no pudo ser. Sentí la necesidad de seguir creando y fue dentro de la casa donde se me ocurrió llevarlas a cabo.

“Entonces surgieron estos camuflajes imitando las losas del baño o la cama donde duermo. Esta última la llegué a hacer en vivo en la galería Pedro Esquerré, titulada Descanso. En ella estoy yo desnudo. Creo que fue muy osado hacerla y me siento orgulloso de la valentía de afrontar algo que para nosotros los cubanos es un poco difícil, que sigue siendo novedad, a pesar de que estas expresiones están desarrolladas por todo el mundo. Y que se hiciese en vivo, para mí es un buen paso de avance.

“Trataba sobre todas las sensaciones que viví durante la cuarentena, esos sentimientos que tuvimos muchas personas, nos sentíamos atrapados, con miedo, con incertidumbre, y todo eso lo llevábamos a la cama.

“Yo era muy ácido ante las redes sociales y estar encerrado me hizo cambiar mi percepción acerca de ellas. Me dije ‘Plasencia, tú no tienes Instagram, tienes que hacerte una cuenta y tienes que atender tu Facebook’, y aparecieron personas maravillosas, miles de seguidores y gente que desconocía mi trabajo.

DE MATERIALES, MODELOS Y PLANES

“En el tema de los materiales, uno como creador cubano trata de hallar alternativas, porque sabemos que no contamos con todo lo necesario. Los limitados recursos en ocasiones pueden llevar al artista a buscar opciones más creativas, siempre velando por la integridad de los modelos, quienes desempeñan un papel fundamental en este tipo de obras.

Alexis Plasencia en proceso creativo. Foto cortesía de la fuente

“He trabajado sobre el cuerpo con disímiles variantes, como barro, o con incrustaciones de elementos que a veces son hasta desechos, pero cuando trabajo con pintura es con acrílico. No es la ideal, porque no está diseñada para eso, mas, me ofrece muchísimas posibilidades, es a base de agua, muy resistente, pero muy fácil de retirar de la piel, al pararse bajo la ducha se desprende con mucha suavidad. Se puede llevar horas con un trabajo encima y que prácticamente no se deteriore. Aun así tengo todas las precauciones, que el modelo tenga la piel limpia, sin heridas o infecciones cutáneas, ninguno ha sufrido  reacciones alérgicas.

“Por su parte, los modelos tienen una importancia vital en el trabajo, no todas las personas, ni siquiera quienes se dedican a esto pueden hacerlo, no por cuestiones físicas, pues todos podemos modelar algo, sino porque se necesita mucho equilibrio entre cuerpo y mente para soportar el proceso en general. Pero eso no se descubre hasta que no se comienza, he conocido a personas muy dispuestas que se han desmayado por estar estáticos tanto tiempo. Entonces hemos parado, reanimado, y conversado para retomarlo. Nunca he tenido que desechar un trabajo, solo he tenido eventos muy pequeños de este tipo.

“Estoy pensando en tener un espacio para el arte corporal en la Bienal de Matanzas. Además de hacer esto, soy pintor y hago fotografías. Ahora mismo estoy en dos series, una fotográfica de documentación de performance que se llama Sumergidos, donde, como indica el nombre, sumerjo mi cuerpo en cosas poco habituales como flores, vidrios, o monedas, y en estos momentos estoy buscando nuevos elementos.

Alexis Plasencia. Foto de Miguel Bofill Villazón.

“La otra es una serie de pinturas que se llama Con amor entre las manos, donde toco el tema de la familia, no solo sanguínea, sino también la que vamos construyendo por el camino y que nos roban el corazón de alguna manera. Es un álbum familiar donde resalto lo que estas personas me han enseñado por medio de su labor, por lo que hacen con sus manos”.

De esta forma, Alexis Plasencia nos muestra que su trabajo, el cual ha dejado boquiabiertos a muchos, lejos de tener un punto final, crece y toma nuevas formas para que, como él mismo asegura, la creación siga volando. (Por: Thalía García Ramírez y Miguel Bofill Villazón, estudiantes de Periodismo)

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